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Mi esposo sienta a Gisselle en su silleta, iríamos a la casa de su madre ya que, hoy es cumpleaños de mi precioso esposo.

Rumbo a la casa de kuchel nos manteníamos en silencio. Sólo podía escuchar la música infantil que sonaba en la radio, Gisselle balbucea y reía debes en cuando arrancando una sutil sonrisa.

—Hoy papá cumpleaños—musité apretando las mejillas de Levi con mi mano.

—Auch... despacio— se queja deteniéndose en un semáforo—es un día más.

—No es así, mira, estamos los tres juntos yendo a la casa de tu madre. Pasaremos una hermosa noche en familia, es un día realmente especial— seguí dando un suave beso en los labios de mi esposo.

—Sabes que mi cumpleaños no es tan emocionante— sigue pisando sutilmente el acelerador volviendo a arrancar.

Fruncí mi ceño y tomé nuevamente sus mejillas en mi mano, él sigue conduciendo.

—¿De qué hablas? Es realmente especial porque hace algunos años atrás nos pedimos matrimonio el día de tu cumpleaños— dije y lo solté.

—Tienes razón—asiente dándome la razón tomando mi mano en la suya para luego dar un suave beso en el dorso— un hermoso e inolvidable día.

—Pero lo has olvidado—repliqué pellizcando sutilmente su mejilla.

—¡Auch! No hagas eso— reí viéndolo sobar su mejilla.

—Lo tienes merecido, Ackerman— sonreí y me giré a ver a Gisselle, ella también fija su azulada grisácea mirada, no pude evitar sentir un calorcito en mi corazón al ver esos hermosos ojos— Gisselle ¿Estas contenta que vamos a la casa de la abuela?

—Chi...—me responde ella.

—La abuela de seguro te preparó un delicioso pastel de zanahoria— siguió Levi y asentí.

Kuchel suele mimar a su única nieta con pasteles y comidas saludables, definitivamente siempre ha cuidado bien de mi bebé.

Al llegar bajamos del carro, había nieve seca por lo que dejé a Gisselle al suelo mientras que mi esposo bajaba el bolso de nuestra pequeña, con abrigos y demás.

—¡Aquí esta la pequeña de ojos azules!— grita ansioso el tío abuelo, Kenny.

Gisselle ríe y corre a duras penas hacia él, Kenny la recibe en sus brazos cargándola, llena el tierno rostro de ella con besos.

—Tsk, no llenes su carita con tu saliva, que asco— dice mi esposo haciendo una mueca de asco mientras entraba a la casa.

—Cállate, a Gisselle le encanta mis besitos— responde Kenny mientras hacia cosquillas a mi pequeña—¿verdad Gisselle?

—Shiiii— grita ella haciendo reír a Kenny.

—Hola _____, te ves bien— me abraza y yo a él.

Al soltarnos decidí entran. Kuchel, efectivamente, estaba preparando una de zanahoria tal y como Levi lo predijo.

—¡Feliz cumpleaños, mi bebé!— ella abraza a Levi con fuerza llenándolo de besos.

—Gracias, madre— sonríe aceptando la muestra de cariño.

Sonreí apreciando ese lindo momento entre madre e hijo. Mientras preparamos el almuerzo platicamos de temas al azar, Gisselle corría y gritaba por toda la sala, tropezando debes en cuando ya que aun no corría bien, y Kenny detrás de ella jugando.

—Ya empiezo a considerar la idea de contratarte como niñera—bromeé.

—Con mucho gusto—siguió dando un juguete a Gisselle para que lo deje sobre la mesa—Solo que al hacer un excelente trabajo, cobro caro.

i really need you daddy [Levi x lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora