Algo Inesperado - Español

Capítulo 7 - Cuidar desde lejos

Hola gente encantadora, gracias por todos los comentarios que he recibido sobre esta historia... ¡Me encanta leer ustedes! Chic@s, la canción de este capítulo fue elegida a mano para este capítulo de mi lista de reproducción 🎶Mis favoritas🎧, es algo especial para mí.

Cuidando de Longe - Gal Costa y Marília Mendonça

Y no hay versión en español, pero puedes encontrar la traducción en google.

Hablé sin pensar y ella no dijo nada, me miró y abrió un poco la boca, cuando pasó su lengua para humedecer sus labios no pude resistirme. La besé con deseo, que delicia, labios suaves y cálidos, sentí como invadía mi boca con su lengua y gemí.

Heriberto me devolvió el beso y yo a él, metí mi lengua y exploré aún más esa deliciosa boca. Lentamente lo conduje fuera del cuarto de mi hija y me fui con él sin que se diera cuenta.

- ¡Heriberto! - le dije, dándole besos cortos, y cuando sentí que se separaba de mí, suspiré. - No... - Intenté decir algo pero él se alejó y hablé rápidamente. - ¡No huyas!

Me llamó y me quedé sin acción, por impulso la besé, no es que me arrepienta, pero fue demasiado rápido, sentí sus besos cortos y me di la vuelta y escuché que me decía que no huyera.

- No me vas a gritar o decir que lo que hice estuvo mal? - Dije, viéndola sonreír y negarlo, entonces extendió su brazo, haciéndome señas para que me acercara.

- Venga, vamos a tomar algo. - Cogí su mano y entramos en el salón. - Huir no es de mayores, podemos hablarlo, ¡pero yo también te besé! - Pasamos al salón y se sentó frente a mí en la pequeña barra del salón. - ¿Coñac?

- ¿Te ha gustado? - dije, sintiendo que mi corazón latía más rápido, es hermosa y hablando así, me voy a enamorar tan fácilmente. - En realidad tenía miedo de que me gritara, así que me fui. Y sí que lo estamos, a veces al menos. - Me reí de lo que había dicho y le hice un gesto con la cabeza sobre la bebida. Cogí lo que me sirvió y me lo bebí de un trago.

- Tranquilo, eso es fuerte, ¿estás nervioso Heriberto? - se lo bebió todo de un trago, notaba como se ponía nervioso. - No soy una persona que ponga los ojos en blanco, soy muy directa, hablemos, sé que te atraigo, si no, no me besarías. Pero te confieso que yo siento lo mismo por ti. Pero tampoco soy de inmediatez, necesito estar segura de a dónde voy, no más pasos en falso. Y sí, me han engañado y he sufrido por ello.

Se sirvió otro chupito y señaló el sofá, nos acercamos a él y comenzó a fluir una conversación.

Me senté frente a él con las piernas sobre el sofá, él se sentó y me miró de reojo.

- Me gusta tu franqueza. Me han engañado y humillado. - le dije sinceramente. - ¿Te lo ha contado la señora Sara? - La vi negarlo y me reí. - ¡Me habló de ti!

- No me ha hablado de ti. - Sonrió y bajó la mirada. - Pensé que me lo diría, sobre todo después del día de la fiesta en la plaza, cuando se sentó conmigo y me vio mirándote. Aquel día me enfadé contigo, pero ella me dijo que no siempre eras maleducado. Así que creo que lo entiendo.

- Ella me ayudó mucho cuando pasó todo, me trajo aquí, y aquí, la pequeña ciudad fue un bálsamo para mí. - Empecé a hablar como si hubiera necesidad de esa conversación. - Ella era empleada de mi padre, la señora Sara trabajó en el despacho de mi padre hasta que yo me hice cargo, y ella pidió la jubilación, eligió a su sustituta y volvió al pueblo donde había nacido y crecido, y cuando me dejaron plantado en el altar... - Dejé de hablar y la miré, tenía una mirada especial para mí, era cariño. - Sí, estaba prometido, y el día de la boda me dejó por otro. La señora Sara vio que no podía quedarme más tiempo en la capital y me trajo aquí.