Capítulo 10

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—¿Por qué con él sí bailas? Llevamos juntos por años, él apenas llegó hace un par de horas, ¿Te gusta?— Apenas solicitaron una habitación e ingresaron, ella empezó con el interrogatorio.

Shōto se sienta en la cama e intenta ser gentil con sus respuestas a pesar de que tiene ganas de simplemente dejarla e irse.

—Sólo déjalo pasar, Momo, no quise ser descortés, tú misma lo has dicho, él llegó hace tan solo unas horas, y así como vino, se irá... ¿Y qué si me gusta? ¿Qué harías para evitarlo?— Responde arisco.

—Tienes razón, no importa si te gusta, él no es nada, yo soy la madre de tu hijo— Suspira quitándose la joyería y el vestido, quedando solo en ropa interior, va al armario para colgar su vestido.

Shōto está distraído pensando en Izuku bailando con Eijirō, Sero e incluso Katsuki... ¿Seguiría así? Le sorprende, pues Bakugō tampoco baila, pero lo hizo con él... Ambos son atractivos, están solteros, son alfa y omega, ¿Ellos podrían...?

—Shōto... Podemos hacerlo...

—¿Eh?— Levanta su mirada, ella está parada frente a él, lleva sus manos a su propia espalda para deshacerse de su sostén, liberando aquellos firmes y preciosos pechos.

—El doctor dijo que no hay problema con tener sexo... de hecho, mencionó que era bastante beneficioso para el bebé— Se acerca a él peligrosamente —No pongas más excusas, tócame... Hace tiempo que no lo hacemos.

Se terminan besando, su novia es hermosa, no podría resistirse a sus encantos, aunque no sea el chico en quien piensa en estos momentos.

Pensando en que, de todas formas, la marca de Izuku está casi cicatrizada, quizás no es tan grave.

Desliza sus manos hacia la truza de ella que hacía juego con el sostén el cual ahora estaba tirado en el suelo.

Palmea con sus dedos sobre la tela, sacándole un jadeo.

Succiona sus pechos, acaricia su cintura, apreta su trasero. Todo en ella es deseable, pero se siente extraño tocándola.

Ella tampoco pierde el tiempo en querer desvestirlo, se deshace del corbatín y...

—¿Dónde dejaste tu saco?— Cuestiona Momo con el ceño fruncido.

—Debe estar abajo.

—Búscalo— Demanda.

—¿Qué? ¿Ahora?

—Sí, ahora, ese traje lo escogí yo y me encargué de que fuera perfecto. No puede perderse, búscalo.

Listo, ya estaba de mal humor.

—No me esperes despierta— Murmura parándose.

—Shōto, esp-

Demasiado tarde, él ya salió de la habitación y corrió hacia el ascensor para que ella no pudiera seguirlo.

Lo único que quiere es alejarse y aliviar el estrés que últimamente le produce estar con ella.

Va a recepción a pedir otra tarjeta, no está de humor como para compartir la alcoba con Momo. Después de que le dan una nueva, se dirige al jardín del hotel que es donde se está llevando a cabo la boda, se despedirá de los novios, buscará su saco e irá a descansar.

—¡Oye, Todobro! ¿Ya te irás a dormir?— Eijirō lo intercepta, apesta a alcohol.

—Sí— Lo ignora buscando su prenda, solo quiere irse, pero esta no está donde lo dejó, mira entre las demás sillas sin éxito alguno —¿Viste mi-?

Doble Moral [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora