Epílogo.

1.4K 160 78
                                    

—Yaoyorozu, buenas tardes, ¿Pasa algo con Kenta?

—Sí, Shōto, buenas tardes... Quería pedirte que te quedes con él este fin de semana. Tengo una misión fuera de Shibuya, y Yosetsu tiene su rut así que no podrá cuidar de él— Responde, mirando a su pequeño frente a ella, atento a la conversación.

Claro, no debes preocuparte, le diré a Izuku que pase por él en la noche después del trabajo.

El niño levanta las manos con alegría, aunque su expresión siga estoica.

—Ah... Está bien, gracias— Cuelga al instante con el ceño fruncido.

—¿Entonces sí podré estar con Izuku?— Kenta pregunta con cierta emoción.

Asiente con una risa forzada.

Sigue sin agradarle el omega de su ex, pero no puede hacer nada al respecto, al parecer su hijo lo adora y suelen pasar tiempo juntos estudiando, una vez incluso llevó a Kenta a su trabajo y este no dejó de hablar de ello.

—Iré a alistar mis cosas, le prometí a Masahiko que llevaría un rompecabezas para jugar juntos... Sí, y Nao me prestaría el libro que están estudiando en clases... Iré ya— Susurró convencido para sí mismo corriendo a su habitación.

Momo suspiró, aún faltaban dos días para que Kenta fuera. Al menos Shōto cumplía su promesa de no hacer sentir excluido a su niño, y eso se demostraba con cada sonrisa y anécdota que le contaba después de visitarlos.

—Ah, mamá, casi lo olvido— Kenta asoma su cabeza con el rostro serio pero un pequeño rubor en sus pómulos —Ya que soy un alfa... ¿Crees que de grande Izuku acepte casarse conmigo?

—Ni hablar— Gruñó, causando decepción en el de diez años.

El viernes llegó y Kenta no dejaba de golpear el suelo con el pie, impaciente, con su mochila puesta y mirando por la ventana.

Cuando divisó el auto de Izuku estacionarse en la calle, sonrió.

—¡Ya llegó, mamá, ya llegó! ¡Sal, sal, vamos! ¡Apresúrate!— Bajó las escaleras, abrió la puerta y caminó a paso rápido con una sonrisa.

Izuku cerraba la puerta del coche cuando unos delgados brazos rodearon su cintura y el rostro del niño se hundió en su pecho.

—Buenas noches, Kenta— Saluda con dulzura acariciando los lacios cabellos del pequeño, luego levanta la mirada, Yaoyorozu los ve desde la puerta —Buenas noches, Yaoyorozu-san.

—Estuvo esperando por media hora.

—Lo siento, había demasiado tráfico...

Ella asiente acercándose para despedirse de su hijo, quien le dio un fuerte abrazo antes de subir emocionado al copiloto, Izuku y Momo se dieron una última mirada antes de despedirse con un seco "adiós".

—¿Papá está en casa?— Cuestiona Kenta en cuanto Izuku empezó a conducir.

—Hoy tuvo una emergencia, esperemos que llegue pronto. Pero Ishi-san hizo galletas de avena cuando supo que venías.

—¿Qué hay de tus galletas de mantequilla para el lonche? Esas son mis favoritas...

—Claro, aún quedan algunas, las escondí especialmente para ti.

—¡Gracias, Izuku!

El resto del camino fue igual de animado hasta que llegaron a la residencia Todoroki.

Megumi los esperaba sentada en la entrada y sonrió levantándose a abrazar a su hermano al verlo bajar del vehículo, él solo se dejó mimar palmeando su espalda.

Doble Moral [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora