Capítulo 1: el viajero

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En algún lugar dentro de Equestria se observa un resplandor verdoso y en su interior una figura bípeda y humanoide apenas visible por el especuló de luces que lo rodean, este permanece con los ojos cerrados hasta que los fulgores verdes caen al piso hasta desaparecer, su primera reacción no es abrir sus ojos sino que dirigir sus manos a un curioso accesorio colgado en su cinturón, similar a un huevo pero oscuro, dentro de este objeto se escucha el crepitar característico que le informa a su dueño que el viaje fue un éxito.

El humano abre los ojos con una sonrisa y observa a su alrededor, pero pronto su semblante cambió a uno sorprendido y confundido.

—«muy colorido»—pensó con la ceja arqueada—«demasiado, casi como un pastel».

Con pasos cortos esta persona camina sin rumbo en búsqueda de algo que le llame la atención, no avanzó demasiado. A solo unos metros de distancia observo lo que parece ser un trío de caballos muy enanos y por si el empalagoso ambiente no fuera suficiente estas criaturas parecieran sacadas de aquellos sueños de mundos mágicos y criaturas fantásticas que toda persona habrá soñado de niño al menos una vez, ojos grandes y expresivos, pelaje que a simple vista pareciera suave y esponjoso, risas joviales y tiernas.

El humano se acerca lentamente a la escena, lo suficiente para que estos seres se percatan de su presencia, pero no tanto para espantarlas inmediatamente «si me acerco muy bruscamente huirán sin duda» es lo que él tenía en su cabeza, así que sus movimientos eran relajados y lentos.

Los mini caballos habían acabado su juego y miraban con curiosidad a su singular espectador, finalmente y para gran sorpresa del humano se acercaron, si bien de forma tímida, también con paso decidido.

—¿e...e...eres un humano? —tartamudeo con una voz claramente femenina e infantil, un potrilla entonces. El humano sintió desconcierto no por poder entenderla, eso era lo esperable, sino por lo que implicaba aquella pregunta, decidió permanecer en silencio. La potrilla al no recibir respuesta dice otras palabras  —Ah, claro, la maestra Cheerilee dice que la mejor forma de iniciar una conversación con un desconocido es presentándose primero, ella es Applebloom —a pesar de hacer un ademán dirigida a una de sus amigas el humano no le quito la mirada de encima— Ella es Scootaloo —el notó el débil saludo de la susodicha —Yo soy Sweetie Belle —las tres tomaran largas bocanadas de aire de manera bastante cómica. —¡Y somos las cutie mark crusaders!

Aquella acción proveniente de unas criaturas tan adorables fue más que suficiente para arrancar del tosco humano una risita lo que sin duda sirvió para aligerar el ambiente, pero duró muy poco. Había solo dos cosas en su mente en ese momento. Primero, «¡estoy realmente en un cuento de hadas!» pensó con emoción al darse cuenta de que estaba hablando con una unicornio y un pegaso parlante. Segundo «¿esta es una realidad donde también existen otros humanos o acaso me encontré con otro viajero?» sea cual sea la razón el necesitaba verlo. las niñas se sonreían nerviosamente ante su ausencia de respuesta, por lo que la tal Scootaloo empujo a Sweetie Belle a su dirección, ante esto ella le dirige una mirada molesta y voltea su atención al humano llamando su atención.

—¿Y... usted es? —«claro, un nombre» el humano dijo para sí y tal como lo exige el protocolo, era momento de buscar un nombre acorde al mundo en el que se encontraba, si no recordaba mal sus nombres eran una combinación de un objeto y una característica, todo esto en inglés por alguna razón. — ¿Hm... señor?

—Green Mist —respondió rápidamente, le parecía lo más apropiado dada las circunstancias en la que llegó a este mundo. —Si quieren pueden decirme Green.

Las niñas lo miraron extrañadas y Scootaloo habló para sus amigas en voz baja. —¿No se supone que los humanos tienen nombres largos y difíciles de pronunciar?

—Eso es verdad —Green dijo rápidamente en el tono más amable posible —Lo que les dije es mi pseudónimo, nunca me gustó mi verdadero nombre, así que evito utilizarlo siempre que puedo. Como sea ¿Cómo es que ustedes saben tanto de humanos?

—Twilight —dijeron las potrillas al unísono. —Desde que el vino, Twilight ha investigado mucho de los humanos. Bueno en realidad del humano —la que hizo el comentario fue Applebloom, las demás asintieron con sus cabezas.

—¿El? —si solo había uno, entonces solo tenía sentido para Green que sea otro viajero.

—Otro humano, pero tenemos prohibido hablar sobre eso... ¡pero creo que tú también deberías saberlo ya que también eres humano! —chilla Scootaloo convenciendose a sí misma, pero se lleva igualmente una mirada desaprobatoria de sus amigas.

—¿Viniste a buscarlo? —la posibilidad parecía poner triste a Applebloom, Green niega con la cabeza. —¿Entonces viniste a hacerle daño? —Applebloom dijo con cierto recelo.

—Claro que no —Green no pudo ocultar cierta indignación en su voz. —Ni siquiera sabía que había otro humano aquí.

—¿A qué viniste entonces? —preguntó Sweetie belle.

—Creo que se perdió —agregó Scootaloo.

—Soy un viajero —las niñas oyeron atentamente las palabras de Green. —, Pero no cualquier tipo de viajero, mis destinos no son otros países o ciudades, sino que otros mundos —esto último lo dice haciendo un gesto exagerado con sus manos para dar más dramatismo.

Apenas el humano terminó estas palabras el rostro de las potrancas brillaron de emoción y comenzaron a dar saltitos a su alrededor y lo bombardearon con todo tipo de preguntas.

—Es suficiente niñas —Green levantó las manos para calmarlas, si bien en un inicio el gesto fue adorable las voces tan agudas revolviéndose entre sí al unísono era más de lo que el viajero podía soportar. —Más adelante pueden interrogarme, ahora necesito encontrar esa tal Twilight ¿saben dónde está? —sus respuestas solo fueron unas risas y el humano arqueo las cejas. —¿Fue algo que dije?

—Es que si no quieres ser interrogado Twilight es la última pony a la que querrás encontrarte —dijo Scootaloo entre risas.

—¿Pony? ¿Entonces Twilight es como ella? —el humano señaló a Applebloom con un dedo.

—Bueno en realidad todas aquí somos ponies —habló la susodicha. —Pero si hablas de razas entonces Sweetie belle es una unicornio, Scootaloo una pegaso y yo una pony de tierra. Twilight en cambio es una alicornio... lo entenderás cuando la veas.

—Bueno, ¿y me pueden decir donde la encuentro?

—A claro —dijo Applebloom —Ven nosotras te llevamos —hizo señas para que el humano la siguiese.

Green Camino detrás de las potrillas quienes hablan animadamente entre sí. Para pasar el tiempo se dedicó a observar el paisaje hasta que eventualmente dirigió su mirada a un pintoresco pueblo cuyo centro tenía un majestuoso castillo, sus imponentes paredes reflejaban la luz de sol de manera tal que era imposible saber a simple vista de que material estaban hechas sus paredes. El pueblo era evidentemente el destino de sus guías, aun así, se animó a preguntar.

—A la casa de Twilight —dijo Scootaloo sarcásticamente, antes de que el humano pudiera protestar Sweetie belle agrega.

—De hecho es un castillo.

—Vamos a Ponyvillehabló finalmente Applebloom.

Green se sintió intranquilo de repente, pero no sabe si la razón es darse cuenta de que estos ponys tenían una pésima imaginación para poner nombres o que la tan mencionada Twilight parece ser alguien muy importante y que tiene su propio castillo.

El viajero de otra dimensión: EquestriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora