La princesa Celestia

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Con solo un vistazo green supo que aquella alicornio era la criatura más importante no solo en la habitación, sino que de aquel mundo. Se levantó con un movimiento delicado a la par que todos quienes se encontraban bajo su presencia se apresuraron inclinar sus cabezas en señal de respeto exceptuando a la diosa de la noche.

—Es un placer conocerlo, Green Mist el viajero —su voz era dulce y melódica, como la de una madre acurrucando a su hijo. Su pelaje albo y brillante parecía capturar la luz del sol emanando un aura cálida y radiante como si fuera un trozo del cielo. Su melena de colores era una cascada que fluía libre y eterna.

El humano optó por arrodillarse ante tal imagen, tan absorto en la majestuosidad que se olvidó de su alrededor, esto le jugó una mala pasada.

—Es un honor conocerlas princesas —justo después de soltar aquellas palabras el accesorio comenzó a mecerse con frenesí e interrumpiendo el cómodo silencio y dejando en su lugar una situación casi ridícula. Su rostro palideció y quedó petrificado con una cara de poker.

A su alrededor los presentes están impactados, lanzas lo apuntaron de todos los ángulos posibles, sus guardias estaban listos para atacar. la princesa de la noche también.

—¡Discúlpenme princesas! —dijo mientras sacudía el accesorio desde la cadena —¡No es muy normal que haga esto! —les explicó a ambas alicornios —vamos detente maldición— luego de cinco agobiantes segundos el accesorio se detiene.

Los guardias al ver que no había peligro alguno bajaron sus lanzas, la princesa de la noche relajó su postura. Solo un instante antes de que el silencio se volviera incómodo. La mayor trató de retomar la conversación.

—Vaya, esa no es exactamente la presentación que esperaba...de acuerdo volveremos a empezar, les pido a todos los demás presentes que abandonen la sala y nos dejen a mí y a Luna con el humano —dijo la gobernante, los demás en un principio se vieron un poco sorprendidos, pero acataron la orden sin falta. Twilight es la última en salir, dirigiendo una mirada preocupada antes de cerrar la puerta.

—Primero me presento, yo soy la princesa Celestia, gobernante de toda Equestria y veladora del día. No es necesario que te presentes ya tenemos una idea general de ti —dijo la princesa Extendiendo sus alas otorgándole un aire inspirador.

—Y yo soy la princesa Luna, hermana de Celestia y protectora de la noche, además esta no es la primera vez que nos vemos, no sé si recuerdas, pero te visite en...

—Mis sueños... —Green terminó la frase y supuso que fue obra de la magia, sin embargo, tuvo la corazonada de que no cualquiera era capaz de algo así —¿Cómo es posible? —le cuestionó.

—Nosotras como máximas representantes de Equestria tenemos facultades por sobre la media. Es más, ahora mismo Tia intenta hacer una incursión en ti —apenas pronunció estas palabras Green sintió una repentina punzada de dolor que acabó fugazmente.

—No soy capaz... —dijo Celestia llevándose las pezuñas a su rostro con una mueca de dolor. El viajero comprendió la situación enseguida, ella había tratado de entrar en su mente y el accesorio intervino en su auxilio, aun así, eso no explica porque no hizo lo mismo cuando Luna entró en sus sueños.

—¡¿hermana estás bien?! —preguntó preocupada Luna, Celestia asintió con los ojos cerrados, después de unos segundos ella centró su mirada en el humano.

—¿Sabías que iba a hacer?

—Supongo que ibas a leer mi mente —el humano solo se limitó a encoger los hombros —Lo siento princesa, pero ese tipo de acciones contra mí son detenidos inconscientemente por el accesorio —Le mostró dicho objeto, y como ha pasado incontables veces, le dirigen miradas llenas de curiosidad y recelo —, Es como tener una especie de armadura.

El viajero de otra dimensión: EquestriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora