El viajero de otra dimensión: Equestria

Capítulo 7: primera función

Cuando Green despertó lo único que vio fue oscuridad, así que debió valerse de sus demás sentidos y pudo reconocer pisadas, pisadas de seres cuadrúpedos y por lo tanto lo confunden en su ritmo, su cercanía y en su número. Se centró en su olfato y pudo sentir el olor a frituras, aunque este olor era más vaporoso y limpio, aun así, le sirvió para entender que ahora tenía una bolsa en su cabeza.

Ahora lo que sentía era vergüenza, él estaba seguro que la magia de estos seres no sería capaz de afectarlo al menos de manera interna. Inducir un sueño forzado era, además, una habilidad peligrosa. al menos por lo que recuerda la unicornio que lo realizó se esforzó de sobremanera ¿cualquier unicornio con un poco de esfuerzo podía hacerlo? ¿o acaso ella era especial y solo debía preocuparse de ella? Tal vez Green no podría salir tan bien parado de esta situación, fue descuidado y subestimó la magia, ahora mismo no sabe qué tan peligrosa será para él o dónde estará el límite y teme que esa incertidumbre lo haga cometer errores.

Mientras seguía avanzando el humano tuvo la sospecha de que se estaban adentrando aún más en ese siniestro bosque, pues los pasos de sus acompañantes se mecían tambaleantes y a lo lejos podía escuchar pequeños entes que se alejaban de su presencia e incluso algunos que los seguían, pero aún más, es porque podía sentir la hostilidad del lugar incrementar por cada paso que daban.

De forma imprevista el sonido de las corrientes de aire se detiene, como si se tratara de un golpe sordo y se podía escuchar en el interior como un eco. Los pasos de los demás por fin cesaron y lo siguiente que sintió fue un tambaleo que hizo que cayera de trasero al piso, poco después alguien deslizó la bolsa que traía permitiéndole ver a su alrededor. Se encontraban en una cueva cuyas paredes de piedra eran adornas con antorchas que emitían tonos naranjas y grises.

—Espero que hayas dormido bien —respondió la misma voz que había escuchado antes de dormir, Green levantó la cabeza y al posar sus ojos sobre su brillante pelaje plateado recordó los sucesos de la noche anterior, ella era quien había conseguido hacerlo dormir —, Porque lamento que desde ahora pasará un tiempo antes de que puedas volver a descansar. Claro, todo será más cómodo si nos respondes unas preguntas ahora —sus ojos tenían un brillo especial en su interior, Green supo de inmediato que esa pony serían malas noticias. —Supongo que eso es un si ¿verdad? —finalizo ella ante la ausencia de respuesta.

El humano solo se limitó a explorar con su mirada todos los puntos de la cueva, la única salida que identificó estaba bloqueado por un par de pegasos, imagina que esto es porque son los más rápidos.

—¿Qué es lo que quieres? —dijo Green sin hacer contacto visual.

—Muy bien, creo que ya nos estamos entendiendo, no tenemos por qué ser enemigos, solo tuviste mala suerte —ella dijo esto con una voz melodiosa y hasta relajante, luego se sentó frente a él y puso su casco sobre su mentón y levantándolo para que sus ojos se encontraran. Sin retirar su casco del rostro de Green utilizo su magia para quitarse la capucha. Acompañando su pelaje plateado había una melena negra tan brillante que era visible incluso haciendo contraste contra el manto de la noche —Como voto de confianza te diré mi nombre. Llámame Eclipse, espero que no llevemos bien ¿Quién sabe? hasta podría nacer una bonita amistad —el humano reconoció ese burdo intento de manipulación. Hacer sentir seguro a alguien vulnerable consigue, por lo general, volverlo más sumiso. Green había decidido seguir su juego. —Ahora empecemos por lo simple —dijo ella despues de unos segundos —¿Por qué has venido hasta este mundo? ¿Cuáles son tus objetivos?

«es hora de hacer mi movimiento, jugaré con todo lo que ellas supuestamente creen saber de mí» pensó el humano ideando un plan. —Te seré sincero, anteriormente dije que había venido por accidente, pero no es verdad —estas palabras captaron de inmediato la atención de Eclipse, hecho que no pasó desapercibido por Green. —La verdad es que vine para buscar algo.