Otra Cara Del Amor // Pablizza.

7.- Recorrido II.

Narra Pablo

Paula llevaba desde la semana pasada hablando sobre los chicos nuevos que vimos. Me contó que se ofreció con muchos para enseñarles las instalaciones.

Pilar y yo recién habíamos salido de un exámen cuando llegó Paula.

–Hola, Pilar. Amor– me besó–, debo irme corriendo a casa porque olvidé una libreta.

–¿Queres que te lleve?

–Pero tenes clase.

–No, acabamos de salir de la prueba.– dijo Pilar.

–Está bien, igual debo sacar unas copias.

–Vamos, te llevo.

–Yo puedo ir sola.

–Deja de querer que te ruegue y ve.– dijo Pilar, ambos la miramos y se tapó la boca– Se me esca... lo siento.

–Amor– Paula me susurró quejándose.

–Pilar...

–Lo siento, ya dije lo siento. Ya váyanse a donde sea, voy con los chicos. Chao.– se despidió de nosotros y se fue.

–Amor, ¿estas segueo de que en algún momento me aceptarán?

–Los chicos y yo somos muy cercanos, como hermanos. Solo quieren ver sis sos buena para mi pero yo espy seguro que si.– nos besamos.

–Gracias.

–¿Vamos?– asintió y cuando   a salir, Mia se acercó a nosotros.

–¿Que onda, chicos?

–¿Cómo vas, Mia?

–Bien, ahora debo estudiar pero quería decirle algo a Paula.

–¿Si?– preguntó ella.

–Hace rato choqué con una chica que decía que te buscaba. Tenía cabello lacio y medio castaño, ¿la conoces?

–Oh, si. La chica del baño. ¿Si paso el exámen?

–Dice que si y que había quedado con vos en que le ibas a dar un recorrido.

–Oh, si. Les dije como a 15 chicos pero no sé quiénes hayan entrado.

–Ella me dio su número, te lo puedo pasar.

–Seguro.

Mia le dio el número y Paula lo guardó en su teléfono. Ya salimos y nos subimos a mi auto.

–¿Ves ahora?– pregunté mirándola y frunció el ceño– Mia no te trato mal ahora o te hizo sentir así, ¿cierto?– asintió.

–Tenes razón. Espero que entiendan que con vos solo tengo buenas intenciones.– me dijo y me dio un beso.

Salimos de la universidad y en el camino estábamos hablando de los exámenes finales. Cuando llegamos a la papelería después de pasar a su casa me pidió esperarla y eso hice. Habían pasado como 7 minutos y regresó. Cuando regresamos al instituto ella me pidió estar un rato juntos antes de que llegue la otra clase así que acepte.

Estábamos acostados debajo de un árbol haciéndonos mimos cuando llegó unnmensaje a su teléfono. Ella lo revisó, me miró y se sentó.

–Es de la chica que dijo Mia. Me pidió verme.

–¿Vas a aceptar?

–Pero yo quiero estar con vos.– dijo acariciando mi pecho.

–Es una chica nueva, podría ser tu amiga. Anda, seamos amigables con los nuevos.