Otra Cara Del Amor // Pablizza.

11.- Libre Albedrío.

Las chicas organizaron las salida con los chicos. Pablo, como en estos días, volvió a decir que no podía ir, lo que está vez le preocupó a Manuel.

Estábamos todos comiendo en una pizzeria mientras Mia le seguía mandando mensajes a Pablo.

–Amor, deja el teléfono. Si no quiere venir, está bien.– dijo Manuel tomándole el teléfono.

–¡Estoy segura que eso no es normal! ¡Sabes que Pablo es el primero en aceptar! –su expresion cambió– ¿Y si le pasó algo?

–Ese tipo es de fierro.– dijo Tomás bromista y Pilar le dio un codazo.

–Estoy segura que Paula lo envenenó.– dijo Pilar.

–¡No, eso no!– dijo Mia horrorizada.

–Mañana vamos a verlos, tranquilos.– dijo Manuel abrazando a Mia.

–Estoy segura que está enfermo y no nos quiso preocupar.

–¿Por qué no lo vamos a ver hoy?‐ dije– Si no puede venir, nosotros vamos a él.

–¡Que genia! ¡El último en irse paga la pizza!– dijo Tomás y todos salimos corriendo.

–¡Ja, ja, sos un tarado!– se burló Pilar cuando él se quedó atrás.

–Ahora vuelvo.– se dio la vuelta hacia la caja.

Después de pagar, salimos de la plaza a la casa de Pablo, aunque yo no sé dónde es.

–¿Y como está Igancio? ¿Es más tranquilo?– me preguntó Mia y yo reí.

–Pobre nene, tiene una mala fama.– dije riendo.

–Pablo y él antes no se llevaban porque cuando sus papás se separaron era un niño muy mimado.– dijo Mia.

–Si, ya hasta después se calmó.– dijo Pilar y Mia se detuvo.

–Me duelen los pies.– miro a Manu haciendo mpun puchero.

–Ahora te cargo.– se puso enfrente de ella para que se suba.– Te dije que lleves tenis, no estos tacones.

–Ay, Manu, apenas y tienen tacón.– dijo Pilar.

–Desde que su mamá se torció el pie no me deja en paz con los tacones.– dijo Mia riendo.

–¡No me recuerdes! Enserio me siento muy mal por mi mamá pero su pie parecía una tarta.– Mia le pegó.

–¡No hables así de tu mamá!

–Hey, ¿ese no es Pablo?– apuntó a unos chicos en un columpio.

–Acerquemonos.– Dijo Manu.

–¡Pablo!– Mia se bajó de Manu y corrió hacia él una vez nos dimos cuenta que si eran.

–Hola.– respondió tímido.

–¿Necesitan algo?– preguntó Paula.

–¡Claro!, ¡necesitamos ver como esta nuestro amigo que nos ignora!– Paula miró a Pablo.

–Eh, chicos...– rascó su nuca– Estoy con Paula.

–Podemos estar con ustedes.– dijo Manuel.

–¿No entendieron? Es entre parejas...

–Claro que entendemos, podemos salir todos juntos.– dijo Mia– Yo con Manu, vos con Pablo, Pili con Tomi y Marizza con Nico.– Paula rodó los ojos.

–Amor, ¿podes traerme repelente de la casa, porfavor?– le pidió Paula a Pablo.

–Claro...– Pablo se fue.