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LUNES.

La frialdad de la noche era bastante acogedora durante aquellas horas, suaves suspiros escapando de los labios de la pareja que parecía sumida en su pequeña burbuja irrompible.

Habían estado separadas durante todo el día, sus cuerpos pedían a gritos el contacto, aun así fuera únicamente un roce por parte de ambas.

Su cabello negro cayendo por su frente, besando sus labios con desespero al dejar caer la camiseta negra qué la cubría al dormir, sus manos acariciando los muslos de la rubia que respondía a sus acciones.

Sonidos que escapaban de sus labios junto con suaves risas escuchandose.

El calor filtrandose todo el cuarto, llegando directamente a ambas amantes, continuando hasta el final donde la pelinegra cayó sobre el cuerpo semi desnudo de su novia.

Chaeyoung acariciaba su cabello mientras está tenía los ojos cerrados, abrazándola como si su vida dependiera de ello. Su mirada viajando hasta llegar a lo que tanto le había llamado la atención desde el inicio, su semblante decayendo.

—Lalisa. —Llamo a su nombre con suavidad, en vez de con brusquedad como solía hacerlo.

Ella no respondió con palabras, abrió sus puso dejando reflejados en brillo y cansancio en ellos, emitiendo un pequeño sonido con su garganta.

—¿Por qué tienes vendas en el abdomen, Lisa? —Preguntó calmada, más acostumbrada de lo que debería a ver ese tipo de heridas en ella.

Lalisa elevo su vista para mirarla un poco más despierta, estirándose para alcanzar un cigarrillo y encenderlo, dando una gran calada a este expulsado el humo de sus labios.

—Bala. —Expresó con simpleza, neutral al asunto—. Estaba con Jennie cuando paso, no se de donde coño vino.

Fue suficiente para Chaeyoung tener ese información, era una historia creíble teniendo en cuenta el patrullaje que habían hecho juntas antes de que Jennie fuese rápidamente hasta su novia para ir con ella a algún lugar.

Estaba segura de que antes de eso Lalisa no tenía la herida, probablemente por el hecho de que se habían comido la boca durante un rato en los baños, y se tomó la libertad de ver un poco debajo de su ropa.

—Debes tener más cuidado, sabes que no me gustan las heridas que no ocasionó yo. —La rubia le regalo una sonrisa, tomando el cigarrillo para darle una calada también, tirando su cabeza hacia atrás para soltar el humo.

La pelinegra comenzó a reír con complicidad, plantando un beso en su abdomen mientras sonreía.

Entre la oscuridad de la habitación la pantalla de sus celulares se encendieron, una sonrisa amplia apareciendo en Chaeyoung al leerlo.

¿Haz escuchado el rumor? Aquellas palabras la hacían prestar atención por una momento, alcanzó su celular para estar en el chat predestinado.

La imagen de sangre en el estanque fue enviada de repente, junto a un mechón de cabello negro qué se encontró flotando en el agua, la descripción era irrelevante, entendía que había pasado.

Había un herido en el estanque y no sabían cuál era su identidad.

—Lalisa. —Llamo de nuevo al nombre de su novia, acariciando con suavidad su cabello negro—. Creo que tenemos algo pendiente de que hablar.

***

—¿Encontraron sangre? —Soyaa había preguntado entre la oscuridad, su rostro siendo iluminado por la tenue luz de la pantallas de su celular.

—Una mínima cantidad, no es lo suficiente para un cadáver pero si para una herida no tan profunda. —Explicó la castaña sin mucho interés.

Soyaa continuo observando la foto cortos segundos, mientras su novia desenredaba su propio cabello.

No sabía porque aquel mechón de cabello se le hacía tan conocido, estaba segura de hacerlo visto en alguna otra ocasión, pero no exactamente de que persona o en que momento.

—Ese cabello. Se parece bastante al de Lalisa, ¿No? —Ladeo la cabeza un poco confundida, ganándose la atención de Jennie en ese momento.

Ella le arrebato el celular, ampliando la imagen para intentar ver lo mismo que había visto Jisoo, sonriendo instintivamente al darse cuenta.

Comenzó a negar mientras reía audiblemente, confundiendo cada vez más a su propia pareja que la miraba.

—Comienzas a asustarme. —Admitió Soyaa, quitándole el teléfono.

Pero Jennie no dijo nada al respecto, solo se acercó sentándose en el regazo de su novia para poner sus manos sobre su pecho, dándole un beso esquimal entre suaves risas.

—No te preocupes, no es nada importante Soo. —Aclaro con seguridad de sus palabras, recostandose en su pecho cambiando completamente su actitud de hace unos segundos.

Soyaa no podía estar más confundida, pero decidió aceptarlo y simplemente abrazar su cuerpo con cuidado, mimando a su novia entre pequeños besos y caricias.

Si algo sabía es que nunca podía acostumbrarse a todo lo que pasaba en esa escuela, así que solo preferiría vivir la vida en plena ignorancia a esto.

Su celular nuevamente comenzó a vibrar, pero sabía de que se trataba.

'Solo repite las reglas, procura no mantener la boca abierta.'

love talk ✧ jensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora