40

1K 191 81
                                    

14:15 horas.

    La entrega dió comienzo, Jungkook vigilaba por la ventana del viejo edificio mientras Namjoon se encargaba de las palabras. Un apretón de manos para cerrar el trató. Namjoon giro su cabeza en dirección a un ruido extraño. Jungkook saco su arma quitando el seguro de la misma, apunto hacia la puerta, tenía un mal presentimiento. Y fue cuando el sonido de la detonación de varias armas le confirmo que algo malo estaba pasando.

  Jungkook rápidamente se acerco a Namjoon, Félix y Alec resguardaban la entrada, no tuvieron tiempo para idear un plan, la puerta fue derrumbada, en medio del polvo, varios policías abrieron fuego, disparando a todo aquel que se cruzará. Alec cubrió a Félix.

   Jungkook frunció el entrecejo, ¡Maldita sea!. Alguien los había delatado, y eran solo 11 hombres contra todo un operativo. La desventaja era ridículamente notoria.

   Namjoon comenzó a disparar, hiriendo y matando a varios policías, su mirada se cruzó con la de Alec y fue cuando vio a Félix extendido en el suelo, sin vida.

   Jungkook siguió la mirada de Namjoon, sus ojos se abrieron en grande, su ritmo cardíaco se aceleró y su adrenalina subió.

  No podía permitirse morir, no ahora, no cuando un castaño de hermosas piernas y sonrisa cuadrada lo estaba esperando para tener una cita esa noche. ¡Maldita sea! ¡No moriría!. Tomo otro cartucho y descargó todo en un intento por abrirse paso, con ayuda de Namjoon, lograron matar a varios policías, Alec corrió adelante , disparando a todo aquel que se cruzará.

   Namjoon sintió un frio recorrer su espalda, su mente trabajo a mil por segundos cuando miro por el rabillo de su ojo a un oficial con el arma apuntando a Jungkook. Su cuerpo se movió con decisión empujando al azabache, sintió su sangre quemar, un tibio líquido carmesí fluyendo de su pecho y espalda y un Jungkook con la expresión perdida, Eso es todo lo que pudo ver y sentir en ese momento.

   — ¡Maldito imbécil!. ¿¡Que carajos hiciste!?.— grito Jungkook, con sus manos manchadas de sangre intentando detener el sangrado. — ¡Namjoon!... ¡Maldita sea, Namjoon! ¡No mueras!.

   Jungkook sintió sus dedos adormecidos, su lengua seca, y sus oídos sumergidos en agua.

  — Alec,— llamo al chico que aún disparaba a los policías. — Toma a Namjoon y llévalo con Seokjin. ¡Ahora!.— ordenó. — yo creare una cortina.

  — pero Jungko-

  — ¡Largo!.— grito.

   Alec tomo a Namjoon, y corrió hacia la salida.

   Jungkook comenzó a disparar creando una distracción, sus dedos jalaban del gatillo por voluntad propia, su mente no miraba a los hombres a los que disparaba, no, más bien, había un chico de cabello castaño y sonrisa radiante llena de vida susurrándole "arrogante" con una mirada de ternura.

   Namjoon giro su cabeza en el momento exacto en que un fuerte disparo resonó en el pasillo... Jeon Jungkook cayó al suelo.

  Namjoon quiso gritar, sus ojos se llenaron de lágrimas... ¡No debía dejarlo ahí! ¡No podía!.... No quería.

* * *

   Alec condujo tan rápido como le fue posible, el también había Sido herido en el hombro y pecho, pero gracias a la adrenalina, se pudo mantener consciente, cuando freno frente a la casa del señor Min, Alec  sintió la necesidad de cerrar sus ojos... Estaba cansado... Si, solo quería dormir... Cerro sus ojos y los gritos cesaron.

* * *

  Bambam se acerco al auto, con ayuda de otros dos hombres más sacaron a Namjoon del auto, Seokjin se acercó con prisa, cuando tomo el pulso de Alec no sintió nada, Alec se encontraba con la cabeza inclinada hacia atrás, como si hubiera elegido la posición perfecta para dormir tranquilamente.

Casualidad y no destino - (Sope) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora