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   Después de una noche tan agitada y maravillosa, Hoseok abrió sus ojos con pereza, sintiendo el calor que emanaba el cuerpo de Agust sobre él. Sentio el peso del brazo ajeno sobre su cintura el cuál no le permitia moverse mucho.

  — ¿Dormiste bien?.— pregunto el pelinegro con una voz ronca.

  — Si... ¿Hace mucho que está despierto?.—

  — No tanto.— murmuró, acercándose más al cuerpo de Hoseok y hacerlo estremecer al sentir su erección matutina.

   Hoseok trago en seco, sintió un poco de calor en sus mejillas al recordar los gemidos y chillidos que dejó salir de forma desvergonzada y lo bien que se sintió tener al pelinegro arremetiendo dentro de él.

  — ¿Cómo te sientes?.— pregunto el pelinegro en un susurro ronco muy cerca de su oído.

  — B-Bien...

   Agust hizo girar al rubio para quedar de frente a él y comenzarlo a besar de forma agresiva muy demandante a diferencia de lo que había sido la noche anterior. Sintió las manos grandes del mayor recorrer su cintura hasta llegar a sus glúteos los cuáles comenzó a manosear y presionar con notable lujuria. Hoseok se sentía dócil al tacto; cerro sus ojos de forma obediente y con total sumisión siguió los movimientos de la lengua del pelinegro, abriendo su boca para darle pase libre a explorar a su antojo.

   Su respiración se corto de golpe cuando sintió el toque del dedo de Agust sobre su entrada.

   Agust, con un toque cuidadoso, se aseguraba de que la entrada de Hoseok no estuviera hinchada para recibirlo una vez más. Sonrió sin disimuló al mismo tiempo que se levantó para quedar de rodillas y girar al rubio para dejarlo boca abajo y sujetar sus caderas posicionándolo de rodillas y sosteniendo su propio peso sobre sus antebrazos dejando su entrada totalmente expuesta ante su pesada mirada. Agust palmeo la nalga haciéndola robotar para luego sujetarla con fuerza. Acerco su otra mano a los labios de Hoseok y metió sus dedos en la boca ajena.

   — llenalos de saliva.— ordenó con voz ronca.

   Hoseok sintió sus sentidos ceder a la orden del pelinegro, y sin sentirse tímido comenzó a lamer los dedos intrusos hasta llenarlo por completo de saliva.

   Agust sonrió perversamente, retiro los dedos de la boca de su amante y los dirigió a la entrada del mismo, en un intento fallido de ser "gentil" metió dos dedos iniciando movimientos constantes de adentro hacia afuera, no espero demasiado para introducir un tercer dígito y hacer gemir alto al chico que se removía enloquecido por la sensación, a los pocos minutos, Agust arremetía contra Hoseok, las embestidas eran fuertes y precisas, creaban sonidos lascivos que se mezclaban con los fuertes jadeos y chillidos del rubio inundando una vez más toda la habitación.

* * *

  Taehyung se estaba preparando un poco de café para lidiar con la fuerte resaca que tenía, no recordaba muy bien lo que había pasado en la noche, Soobin había tenido una pijamada con el hijo de la señora Joon, por lo que que bebió bastante sin limitarse. Rose estaba dormida en su habitación y tal parece que Irene se había ido muy temprano en la mañana. ¿Y Hobi?. Pues Taehyung solo recordó haberlo acompañado hasta el estacionamiento para ser interceptados por un pelirrojo que con una reverencia se ofreció a llevarlo hasta su jefe. Claro que Taehyung no fue, cuando vio a su amigo entrar al auto se devolvió de inmediato para seguir con la celebración con sus dos empleadas/amigas/cómplices.

  La puerta del departamento se abrió y Soobin paso a un lado de su mayor.

  — Hyung, ¿Puedo usar tu laptop?.— pregunto el infante mientras se servía un vaso con agua.

Casualidad y no destino - (Sope) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora