Narra Alessandro
Hoy se cumplían 9 años de aquel accidente.
Y lo soñé de nuevo, era el mismo maldito sueño cada año.
Encendí un cigarrillo y caminé hacia la ventana. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Cuánto te extraño, nada es igual sin ti.
Jamás amaría a alguien como lo hice contigo.
-Buenos días-escuche la voz de Stella.
-Ahora no Stella, quiero estar solo-dije.
-Lo siento-susurro Stella y escuche la puerta de la habitación. Apague el cigarrillo y regrese a la cama. No quería ver a nadie hoy.
///
-Alessandro-escuche su voz.
-¿Amanda?-dije dándome la vuelta y ella estaba allí.
-Amore mio (Amor mío)-dijo Amanda y corrí a sus brazos y la abracé.
-Non sai quanto mi manchi amore mio, la vita senza di te non ha senso. (No sabes cuánto te extraño amor mío, la vida sin ti no tiene sentido)-dije y ella acaricia mi mejilla.
-Tienes a nuestro pequeño Paul y tienes una hermosa mujer a tu lado. Stella merece entrar a tu corazón, ella es una mujer extraordinaria, tiene un gran corazón-dijo Amanda.
-Jamás-susurré y Amanda sonríe.
-Alessandro al corazón no se le miente. Yo quiero que tú seas feliz, y tu felicidad está al lado de Stella. No la dejes ir. Se vienen momentos fuertes, tienes que estar preparado para lo que viene y sobre todo, se fuerte-dijo Amanda.
-¿A qué te refieres?-pregunté.
-Cuida mucho a Stella, por favor-dijo Amanda y comenzó a alejarse de mí.
-Amanda te amo-dije y ella sonríe.
-Yo más-dijo Amanda.
-Amore Mío-susurré.
///
Me levanté de golpe y vi el reloj. Había soñado con Amanda, ya era de noche. Me levanté de la cama y comencé a escuchar el sonido de la ducha. Abrí la puerta del baño y veo a Stella duchándose. Ella tenía sus ojos cerrados y el agua caía sobre todo su cuerpo. Yo me quité mi ropa y entré a la ducha y la abracé por detrás. Ella llevó su cabeza a mi pecho y bajé mis manos a su vientre.
-No quise molestarte-susurró Stella.
-No lo haces-susurré y ella se da la vuelta y me miró.
-Alessandro, todo va a estar bien-dijo Stella acariciando mi mejilla y sin evitarlo estalle en llanto y ella me abrazó.
-No estás solo-dijo Stella.
Narra Stella
-Hey, todo va a estar bien-dije y Alessandro acaricia mi mejilla.
-Te e echo mucho daño, no merezco tenerte a mi lado-dijo Alessandro y lo miré.
-No digas eso, los dos hemos estado mal. Pero míranos-dije y lo bese. El beso fue un beso suave y delicado. Alessandro se separó y junto su frente con la mía.
-Alessandro tengo que confesarte algo-susurré y lo miré.
-Me estoy enamorando de ti-dije y Alessandro se quedó estático y rápidamente se separó de mí.
-No Stella, ¿porque tenías que decir eso? No-dijo saliéndose de la ducha y lo miré.
-¿Te irás como siempre?-dije y Alesssandro me miró.
-No debes enamorarte de un monstruo como yo Stella-dijo él y salió del baño. Por mi parte envolví una toalla en mi cuerpo y sali. Rápidamente me comencé a cambiar. Alessandro estaba cambiándose también, yo salí rápidamente de la habitación. No quería estar aquí, necesitaba salir a tomar un poco de aire.
Comencé a caminar y mis lágrimas no tardaron en salir.
-Taxi-dije y el taxi se detuvo.
-Dove vuoi andare? (¿A dónde desea ir?)-dijo el taxista, yo ni lo había mirado. Mi mirada estaba fija en el cristal viendo las gotas de la lluvia.
-Lontano da qui (Lejos de aquí)-susurré y el asiente y puso su coche en marcha.
Me comencé a sentir observada, y comencé a ver un comportamiento extraño de parte del taxista. Tomé mi móvil y rápidamente busco el número de Mattia.
-Si fermi, per favore (Deténgase, por favor)-dije y él detuvo su coche en seco.
-Estás atrapada, no tienes escapatoria preciosa. El señor estará muy feliz de saber que tiene mercancía nueva-dijo el hombre y rápidamente intenté abrir la puerta pero estaban cerrados.
-Es mejor que se arrepienta de lo que está haciendo o le va a ir mucho peor-dije y él me arrebató el celular y lo tiró.
-Ahora eres nuestra nueva esclava, habrán muchos clientes que van a desear follarte-dijo él y sin dudarlo baje el respaldar y el asiento cayó y rápidamente envolví el cinturón sobre su cuello y el apretó el acelerador del carro. Observé la carretera y estábamos a punto de caer al agua. Rápidamente me estiré y pude quitar el seguro de las puertas abrí la puerta y me lancé.
El auto se estrelló en contra del muro e inmediatamente explotó y parte del auto cayó dentro del agua.
-Dios mío-susurré aterrada.
Tenía que irme de aquí, ellos pueden venir por mí.
Comencé a correr, tenía que ocultarme.
Entré a una gasolinera y en eso el empleado me ve sangrando por varias partes de mi cuerpo.
-Ho bisogno di aiuto, alcuni uomini vogliono uccidermi (Nececito ayuda, unos hombres quieren matarme)-dije desesperada y en empleado me tomó de la mano y entró conmigo dentro de la oficina y cerró la puerta con seguro.
-Le ferite non sono gravi, sono escoriazioni. Chiamo la polizia (Las heridas no son graves, son raspones. Llamaré a la policía)-dijo el empleado y asentí. Él llamó a la policía.
-Stanno arrivando, come ti chiami? (ya vienen en camino, ¿cómo te llamas?)-dijo el empleado.
-Stella-susurré y él me miró.
-Stella, conosci il numero di un parente per poterlo contattare (Stella, ¿sabes el número de un familiar para poder contactarlo?)-dijo el empleado.
-No-susurré, en realidad no me sabía el teléfono de nadie. Él me observaba muchísimo.
-Sei la moglie di Alessandro, il candidato alla presidenza? (Tu eres la esposa de Alessandro, el aspirante a la presidencia?)-dijo él y asentí. En eso la policía llegó y me llevó hasta la comandancia a tomar mis declaraciones. Estaba esperando afuera sentada y en eso la puerta de la comandancia se abre y veo a Alessandro.
-¿Estas bien?-dijo Alessandro y asentí. Alessandro tomó su móvil y comenzó a realizar muchas llamadas.
-Quiero que lo encuentren-dijo Alessandro y lo miré.
-Esta muerto-dije y Alessandro me miró.
-Tu lo...-negué.
-Se estrelló contra el muro y el auto explotó-dije y Alessandro me abraza.
-Jamás me hubiese perdonado si te hubiese pasado algo-dijo Alessandro.
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Alessandro
AksiTú te enamoraste de mi, pero yo no tenía derecho a enamorarme de ti y aun así lo hice. Y no me arrepiento, ¿o sí? tampoco lo sé, ¿estoy dudando?. Nos amamos si, tierna, cariñosa y apasionadamente; pero era algo que tal vez no debimos hacer. Fue un ú...