—¿Puedo elegir lo que quiera?
—Lo que quieras
—¿Enserio?
—Enserio, adelante —Mags desapareció su rostro detrás del menú, queriendo evitar que su compañera continuara dudando al respecto.
Tomoe repasaba una y otra vez cada uno de los platillos, sin poder ignorar ni por un segundo el precio de los mismos. Eran una locura. Pero, ¿Qué podía esperar de un restaurante a mitad del mar?.
Había oído hablar del Baratie muchas veces durante sus viajes en el Mar del Este, un espejismo hecho real para los hambrientos y desesperados, aunque ahora más bien parecía ser para los pudientes.
—Mags, estos precios son ridículos, tenemos comida en la nave —objetó, viéndolo como un gasto más que innecesario.
—Tonterías, hemos tenido un mal rato, lo merecemos y es mi dinero, no te preocupes
—Lo robaste
—Lo robé, sí, pero es mío
Volteó los ojos ante la declaración de Margalo, no estaba totalmente cómoda con lo de robar, pero había convivido con ello durante años; casi todas las personas para quienes había trabajado eran piratas y criminales. Observó a su compañera fingiendo poner su atención en la carta.
Mags la había contratado como su guardaespaldas hacía algunos meses. Al parecer era heredera de inventos y planos muy valiosos, algo que Tomo no entendía referido a vehículos de motor. La castaña era pirata, era buscada y aunque su recompensa no pasaba los nueve mil berries, Tomoe había considerado que como lo que recibiría por protegerla excedía ese monto, además de proveer comida y transporte, era un ganar-ganar.
La piloto —como le gustaba decirse— era algo distinta a sus otros clientes. La llamaba por un apodo, le contaba historias y le hacía preguntas a la joven guerrera; Mags se interesaba por su opinión con respecto a su viaje, incluso le preguntó a dónde se iría una vez que ambas se separaran.
Tomoe era reservada, le era difícil hacer amigos, lo suyo era ser intimidante, se le daba bien. Su altura y su expresión estoica le abrían paso muchas veces entre los demás, sumado a su enorme fuerza. No dudaba el golpear lo que fuera, o a quien fuera necesario. Para Mags esto había sido algo bueno para si misma estando en peligro, pero pronto comenzó a cuestionarla y hablar y preguntar y ser linda con ella.
Para la piloto, Tomoe no era más que una niña, una jovencita de apenas diecinueve años que ya tenía toda una carrera en el mundo pirata.
—Oye, Tomo, ¿Te importaría comentarme qué está ocurriendo ahí atrás?, se oye interesante — señaló con la cabeza; a unas mesas de distancia podía verse una discusión, un hombre gritaba. Algunos comensales volteaban y reían por lo bajo.
—Parece que había un bicho en la sopa o algo —respondió, intentando afinar su vista—. ¿Por qué no lo ves tú misma?
—Oh, no, no puedo, el sujeto de allá —volvió a señalar con un movimiento de cabeza—, es Teniente General de la
Marina, intentó llevarme detenida hace unos meses —explicó en susurros, parecía divertida al respecto—. "Fullybu" o "Bully-algo"—¿Quieres que me encargue de él?
—Ay, niña —expresó desaprobación con una mueca, como si ese no fuese su trabajo en primer lugar.
La más joven elevó los hombros y frunció los labios. Era el trato: golpear gente que le causara problemas a Mags. El sujeto no se veía amenazante, llevaba un traje caro y el cabello rosa chicle perfectamente peinado y cortado; todo en él excepto su puño de hierro parecía indicar que era un tipo rico cualquiera, sobretodo su actitud petulante.
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𝔊𝔦𝔞𝔫𝔱 𝔴𝔬𝔪𝔞𝔫 ⇝ ⁽ˢᵃⁿʲⁱ⁾
Fanfictionᴳ.ᵂ⇝ Donde gracias al gran apetito de Tomo, Sanji está dispuesto a cocinar por siempre con tal de dar con su platillo favorito, mientras que ella no sabe qué siente y cómo reaccionar ante los avances del cocinero. ✦ Sanji × fem oc ✦ fanfic ✦ one pie...