Tomoe y Zoro estuvieron en silencio algunos minutos, descansando contra esa roca en el suelo. Los vitores sobre la colina eran audibles, pero ninguno sintió prisa por acercarse. Ella suspiró ruidosamente una vez que se decidió, habiendo pensado y pensado, aún algo avergonzada de sus sentimientos iniciales por la aldea, aunque no los hubiese compartido.
Se puso de pie y observó hacia delante, buscando reconocer el camino que hizo para llegar.
—Tal vez ya deberíamos- —interrumpió su sugerencia al notar a Zoro roncando plácidamente a un lado. El espadachín, con ambos brazos detrás de la cabeza, había caído dormido como si nada en tan poco tiempo que a ella le pareció ridículo. Iba a ponerlo de pie, pero lo pensó mejor. Era justo que descansara. Lo necesitaba—. Y nisiquiera van a pagarme por esto —resongó consigo misma.
Saliendo del bosque y subiendo una vez que halló el camino de tierra, con el peliverde colgando de su espalda sin la menor idea de su situación, pudo notar una mancha algo más clara entre la gente a medida que se acercaban.
Entre ella y los aldeanos, más allá de la tripulación, un grupo grande de marines apuntaban en dirección a Arlong Park. No. A la gente allí.
No se iba a poner a preguntar, estaba cansada, hambrienta y muy molesta. Empujó a los uniformados y tomó al de enfrente, su palma completa pudo cubrir su cabeza y elevarlo del suelo al tomarlo por la ajustada gorra rallada en color blanco y azul. Lo escuchó reclamar los tesoros de Arlong, y no pudo pasar por alto sus llamativas características.
—Qué vergüenza llegar sin invitación y querer robar a estas personas —reprendió apretando su agarre, recibiendo de él un quejido agudo y la sorpresa de sus subordinados.
Quienes se voltearon a verla retrocedieron uno o dos pasos, perdiendo el aire.
—¿Cómo te atreves? —lloriqueaba el sujeto, intentando arañar los dedos de la joven para liberarse.
—Las ratas...—continuó ella, recordando lo que Arlong había dicho hace poco— abandonan el barco cuando aún es tiempo
El hombrecillo era una rata, parecía una, chillaba y se retorcía como una lo haría y Tomoe podía comprobarlo; no se le dificultó rrojar su cuerpo contra los demás uniformados. Había peleado con Marines otra veces, pero estos estaban allí con un proposito dañino.
—Digo que nos vayamos rápido, antes que despierten, ¿Y el muchacho-capitan? —preguntó al llegar junto a Sanji y Usopp.
—Él-
—Él está-
—Creciste
La observación de Usopp la hizo echarle un vistazo a su propio cuerpo. Él estaba en lo correcto; su blusa estaba más corta y sus pantalones le apretaban por encima de los tobillos, se percato de tener que verlos más hacia abajo esta vez. Pero no era nada nuevo. Había pasado en otras ocasiones, pero preferiría no tener que explicarlo.
—No es cierto —defendió incapaz de ocultarlo realmente. Les llevaba casi tres cabezas más que hace una hora.
Sanji se tragó la impresión dos veces antes de poder hablar en pro de no resultar atrevido o descortés con todo lo que pasaba por su cabeza, pero ahora debía retroceder un par de pasos para poder verla completa. Era impresionante y hasta divertido verla cargar a Zoro sin esfuerzo, pero lo impactaba aún más no verle ni un solo rasguño debajo de la sangre seca o las manchas de suciedad.
—Qué maravilla —soltó sin poder evitarlo, con los ojos casi húmedos. Quiso arrodillarse y juntar sus manos, no estaba seguro de a quién agradecer, pero ella se apresuró a tomarlo del cuello de la camisa con la mano libre.

ESTÁS LEYENDO
𝔊𝔦𝔞𝔫𝔱 𝔴𝔬𝔪𝔞𝔫 ⇝ ⁽ˢᵃⁿʲⁱ⁾
Fanfictionᴳ.ᵂ⇝ Donde gracias al gran apetito de Tomo, Sanji está dispuesto a cocinar por siempre con tal de dar con su platillo favorito, mientras que ella no sabe qué siente y cómo reaccionar ante los avances del cocinero. ✦ Sanji × fem oc ✦ fanfic ✦ one pie...