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Fueron las treinta y pico horas más aburridas del mundo, lo pasé mirando el mar, paseandome por el ferry, jugando a brawl stars, conociendo a guiris...
Pisé por fin barcelona y estaba más perdida que un pato mareado, lo único que hice fue coger mi coche y dejarlo aparcado en tierra, llamé a Pedro y no lo cogió así que llamé a Fernando que al instante me atendió.
—Fer, ya he llegado a Barcelona, ¿te puedo pasar mi ubi?
—Claro, ahora iré que me estoy cambiando que salgo ahora de trabajar, cuando esté te llamo o algo.
—Vale, hasta ahora —cuelgo la llamada y le envio la ubicación, me meto dentro del coche y espero—.
Un poco después Fer me envía un mensaje diciéndome que ya está dónde estoy yo, veo su coche y enciendo el motor de mi coche diciéndole que ya le había visto y que le iba a seguir, me escribe un ''vale'' y veo su coche moverse así que le sigo.
[...]
Llegamos a casa de Pedro y aparcamos fuera nuestros coches, Fer se acerca a mí y abro el maletero.
—Ven que te ayudo.
—Gracias, con que cogas una maleta me sirve —Fer asiente y coge una maleta sacando las llaves, entramos una vez abre—
—Lo más probable es que esté echándose la siesta, ¿le despierto?
—Creo que no hará falta Fer —digo viendo a Pedro bajar por las escaleras, este me mira y viene hacia mí, me abraza y nos separamos—
—Podría haber ido a recogerte, ¿que tal el ferry?
—Ha venido Fer por que tú no me lo has cogido, el ferry muy aburrido, ¿dónde dejo las maletas?
—Pues en una habitación tonta —suelta Fer con sarcasmo—
—Ya lo sé listo, pero cuál.
—Ven sígueme —Pepi coge dos maletas y yo cogo la que quedaba siguiendole por las escaleras— esta es la de Fer, la mía es la del fondo de allí y la tuya es la del otro fondo, todas tienen baño propio, pero ahí a mitad del pasillo tienes otro por si acaso.
Asiento y entramos a mi nueva habitación, tenía una cama de matrimonio con sus mesillas de noche a los lados, había una cómoda y encima de esta había un espejo, a la derecha de la cómoda había un espejo de cuerpo completo y al lado lo que parecía ser un armario empotrado algo amplio.
—Que bonita la habitación Pepi, gracias por dejar que me quede.
—Para eso están los primos, el baño lo tienes en esa puerta, te dejo aquí las maletas y ya te pones las cosas dónde quieras tú, me voy con Fer al salón si necesitas algo grita y ya está.
—Vale, pero dudo que necesite ayuda, de todas formas gracias.
—De nada Claudieta —Pedro sale de la habitación cerrando la puerta y yo me pongo manos a la obra—
[...]
Me tiro cansada al suelo frío y doy un largo suspiro, había terminado con todo, me levanto del suelo y bajo las escaleras hasta llegar al salón viendo a mis primos jugar al fifa, me siento al lado de Fer y miro cómo juegan, el partido había acabado 3-1 a favor de Pedro.
—Venga que hago la cena, poner la cena vosotros —Fer se levanta y va a la cocina, miro a Pedro y él me mira también—.
—Pones tú la mesa y yo la recojo siempre, ¿trato? —Pedro me extiende la mano—
—Trato —con una sonrisa acepto la mano de él y me levanto poniendo la mesa—
Un rato después Fer nos llama y vamos para empezar a cenar, cenamos muy agusto contando anécdotas de pequeños riéndonos de algunas. Cada quién se va a su habitación, me pongo el pijama, me lavo los dientes y me hago el skin care, me tumbo en la cama y cogo un libro para leer un poco.
Llevo un ratito leyendo y me he aburrido ya, dejo el libro en una mesita ponendo el marcapáginas y salgo en silencio de la habitación, voy a la habitación de Pedro y al estar en la puerta toco para ver si podía pasar, escucho un audible ''pasa'', así que paso viendo a Pedro con su móvil en la mano.
—¿Que pasa? —me pregunta cuando cierro la puerta—
—¿Puedo dormir contigo? —Pedro asiente y me siento a su lado en la cama, miro la pantalla de su móvil viendo que está con tiktok abierto—
La música de los tiktoks eran lo único que se escuchaba en la habitación, decido romper el silencio.
—Pepi.
—Dime Claudia.
—Tal vez te parezca una pesada pero, ¿has hablado con Fermín? —él me mira y asiente—.
—¿No te ha escrito? —niego ante su pregunta—. Está en Huelva, hasta que no empecemos los entrenamientos no viene, aún no sabe que eres la nueva fotógrafa.
—Normal, no querrá saber nada de mi.
—No digas eso, está loco por ti y se nota a kilómetros.
—Pfff, si claro, ¿que hora és?
—Las 2:30 am, vamos a dormir ya, y verás que sorpresa se llevará Fermín cuando te vea en el primer entrenamiento.
No le respondo y me meto dentro de las sábanas, Pedro no se tapa con las sábanas y apaga la luz, pronto el sueño nos atrapa y caímos rendidos durmiendo.
