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FERMÍN:
Llegar al entrenamiento y verla ahí podría ser de lo mejor por la mañana, se veia muy concentrada haciendo su trabajo y lo hacía bastante bien, veo cómo con su objetivo me enfoca y guiño un ojo con una sonrisa en la cara, al parecer saca una foto y sonríe al verla.
—Vaya parece ser que le ha cambiado el ánimo, ayer no estaba tan alegre, ¿has hablado con ella? —Gavi me dice cuando está a mi lado haciendo un ejercicio— .
—En la playa jugamos a un juego y perdí yo y le debo una comida y hoy es el día.
—Cuidamela o te mato Fermín, pero cuéntame lo que tienes pensado — Gavi y sus cambios de humor, pero bueno le conté todo lo que tenía planeado—. Me perece muy buena idea eh, cuenta conmigo para lo que sea.
Asiento agradeciéndole y seguimos con el ejercicio.
[...]
Llegué a mi casa y me duché y arreglé rápido, Gavi me había ayudado a preparar la sorpresa y a esperarse para que a la sorpresa no le pasara nada.
Salí de casa y le envié un mensaje diciendo que estaba saliendo de mi casa, conduje algo rápido hacia casa de Pedro y al estar abajo aparqué en doble fila por que no había sitio para aparcar, me esperé en la puerta a que saliera Claudia y cuando salió no le pude quitar la mirada de encima, ella cierra la puerta y al verme me sonrie un poco.
—Que guapa vas, pero te tienes que poner esto —le enseño el antifaz—.Pero póntelo en el coche, vamos.
—Ay jo, muchas gracias, tú también vas guapo —mira el antifaz— Fer también me puso uno cuando fuimos a veros contra las Palmas.
Le abro la puerta y cuando entra al coche la cierro para luego entrar yo, le pongo el antifaz y al comprobar que no ve nada arranco el coche en la dirección deseada. Al llegar la ayudo a bajar del coche y Gavi al verme sin decir nada se despide y se va con su coche. Le quito lentamente el antifaz para que vea el mirador en el que estábamos y el "picnic" que habíamos montado Pablo y yo.
—¡Me encanta Fermi!, que bonito todo.
—Gracias enserio.
—Gracias a tí por preparar esto —se gira para mirarme y me abraza le devuelvo el abrazo y después nos separamos un poco, le agarro la mano para llevarla al mantelito y poder sentarnos ahí—.
Al menos este mirador estaba algo escondido de la gente y nadie iba a venir a molestar, vuelvo a pasar mi mirada de arriba abajo apreciando lo guapa que era, ella me pilla mirandole y me sonríe un poco, coge una fresa y la moja en chocolate.
—¿Quieres?
—Claro —extiende la mano con la fresa y abro mi boca dándole un mordisco, ella se rie y la miro confundido—.
—Cómo te has puesto Fermi —coje una servilleta y se acerca a mi cara para limpiarme, me limpia y nos quedamos mirándonos a los ojos, mi mirada alterna de sus ojos a sus labios viendo cómo ella hacía lo mismo, la distancia aumenta cuando ella se aleja de mí volviendo a sentarse, suspiro—
