Noppera bo (Itanaru)

Capítulo 6

El pie del rubio giró con velocidad en el aire tratando de golpear el rostro del Uchiha, Sasuke levantó sus brazos sintiendo dolor al detener el ataque, trató de tomar su pierna, pero el rubio fue hábil en escapar de él, el pequeño se agachó en cuclillas, giró en sus tobillos barriendo al azabache, Sasuke alcanzó a sostenerse en brazos y girar con sus manos con una patada hábil, Naruto tomó su pierna y lo lanzó en el aire, Sasuke bajó en una patada nuevamente golpeando una patada tras otra con velocidad, el rubio se defendió, tomó su brazo jalando de él, levantó su rodilla, casi por asestar a su abdomen, el Uchiha levantó la suya, ambos chocaron, tomaron distancia en un brinco viéndose con molestia y reto -excelente chicos, hagan el saludo de paz- ambos levantaron sus dedos, cruzaron el sello de la rata, respiraban agitados, Menma se acercó con molestia -combate conmigo, no dejaré que me superes- Naruto sacudió su ropa, lo vió con seriedad girando sus azules -Shika, Choji, vayamos a comer- asintieron.

El pelirrojo se sintió ignorado, apretó el ceño, lo habían lanzado al tercer puesto del salón, Sasuke apretaba sus puños, había bajado al segundo lugar después de dos años de academia, lo regañarían en casa, se sentía frustrado -tch maldita sea- Naruto caminaba con arrogancia lejos de ambos -ese bastardo nos está superando teme- el azabache asintió con molestia, debía lograr obtener nuevamente su puesto, no sería el único en su familia en ser el segundo, Shisui e Itachi fueron genios en su generación, tenía que esforzarse más -tch mierda- ignoró al pelirrojo caminando a su lugar por su comida.

-Dejaste a Sasuke bastante molesto rubio- Naruto masticó con seriedad su pescado, había pescado el fin de semana bastantes peces que congeló en la nevera, consiguió hongos en el bosque y frutos rojos, en el jardín de la mansión Senju había sembrado tomates, zanahoria, cebolla, algunas hierbas, vivía bastante bien, nunca creyó que sus condiciones de vida mejorarían tan rápido, tomó un poco de ropa de la mansión y la adaptó a su cuerpo, sabía que era del segundo Hokage cuando era joven, era un pantalón negro y playera negra, suficiente por ahora, con el poco dinero que había recolectado en las oficinas y salones de la academia consiguió unas sandalias de segunda en la aldea -supongo, no me interesa- Shikamaru suspiró con fastidio- ¿te diste cuenta que también tienes fanáticas?, que fastidio, son problemáticas- Naruto levantó su mirada viendo con molestia a las chicas -supongo no se acercan porque das un poco de miedo -Choji dijo con diversión, Naruto sonrió ligero- espero sigan sin acercarse, dan algo de terror, ellas son las que me dan miedo a mi- rieron con diversión.

Shikamaru suspiró recordando algo- ¿el otro día te ví saliendo de la mansión Senju?- el rubio mordió su mejilla con incomodidad -Tsunade-sama me deja vivir ahí mientras mantengo limpia la mansión y su jardín bonito- rascó su nuca con vergüenza, el Nara sonrió -¿estás cazándola rubio?- Naruto sonrió ligero -ya la atrapé desde hace tiempo mi genio amigo -el azabache lo vió con sorpresa, sonrió con orgullo por su amigo -vayamos a casa al salir, mamá quiere conocerte, dijo que haría estofado para los tres- sonrieron con emoción.

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-¿Así que eres el famoso Naruto?- el rubio levantó su mirada seria al líder Nara, Shikaku lo observó un momento, había un gran parecido con su amigo, deshecho la idea, Minato no se atrevería a engañar a Kushina, era alguien de honor y valores, además amaba a la Uzumaki- así es, me llamo Naruto, mucho gusto -Yoshino sonrió al ver al pequeño -pasemos a la mesa, ya está lista la comida, Shikamaru y Choji han hablado mucho de ti, es increíble que hayas superado a los chicos de los clanes, debes ser bastante hábil -Naruto sonrió ligero- me gusta esforzarme Yoshino-san- probó un poco de la comida, sus ojos se abrieron bastante, disimuló su emoción al probar algo tan delicioso, pero fue en vano, se dieron cuenta, Yoshino sonrió -deberías venir más seguido, me alegrará recibirte cuando gustes -Naruto sonrió -vago, no le vayas a pegar tu flojera a Naruto- Shikamaru volteó los ojos- no digas cosas raras madre, la flojera no se pega, ya viene arraigada en los genes, mujer problemática -sonrieron con diversión al escucharlo, Naruto disfrutaba convivir con la familia Nara, eran demasiado agradables y amables, lo habían recibido con cariño y eso les agradecía bastante, comió con entusiasmo repitiendo plato igual que Choji.

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Naruto mientras caminaba dando vueltas en la sala, leía uno de los libros que Tsunade-sama le había dicho que leyera, le había dado un pase para la biblioteca de la aldea, era bastante feliz con ello, escuchó la puerta de la mansión sonar, mordió su mejilla con duda, tenía meses en el lugar y nadie había tocado a la puerta, se levantó con cuidado, abrió la puerta siendo cauteloso, levantó su mirada viendo a una hermosa pelirroja observarlo- ¿tía Tsunade se encontrará?, creí que volvería en unos meses, ¿quién eres? ttebane- Naruto la veía con seriedad, era la madre de Menma, sonrió ligero -Tsunade-sama me deja quedarme mientras le mantengo limpia la propiedad, mi nombre es Naruto- realizó una leve reverencia, la Uzumaki lo vió con cuidado, apretó el ceño con duda- no me dijo nada tía, ¿estás seguro?, es demasiado desconfiada-

El rubio sabía qué insinuaba, sintió molestia, no era un criminal, pero no podía ser estúpido o se cerraría su carrera ninja, era la sobrina de Tsunade-sama, su benefactora en este momento- estoy seguro, ¿gusta pasar y revisar la propiedad para estar más tranquila?- la Uzumaki lo vió con seriedad, asomó su mirada por la puerta, se veía todo en orden- ¿tus padres?- el rubio se puso serio, afiló su mirada- soy huérfano, trabajo a diario haciendo el aseo para ganarme mi espacio en esta mansión- la Uzumaki asintió lentamente observando su mirada y su rostro con cuidado, suspiró con fastidio, se veía honesto el pequeño -vivo a una calle de aquí, cualquier problema no dudes en acudir a nosotros, estaré pendiente de cualquier cosa ttebane- Naruto asintió sin mostrar nuevamente una sonrisa, la pelirroja lo vió con cuidado observando un gran parecido con su marido, sintió molestia- bien, me voy, después te veo ttebane- el rubio asintió observando cómo se alejaba la mujer, cerró la puerta cabreado -la gente gusta de juzgar sin conocer, demonios- se sentó nuevamente a estudiar sus libros, debía apurarse, debía practicar su bukijutsu en una hora.