El rubio observaba el lugar que había encontrado para vivir, dentro de la academia, una de las bodegas de servicio estaba abandonada, simplemente violó la cerradura y se introdujo, observó que había mesas y sillas viejas, colchonetas de ejercicio ruidas, sacó una y la sacudió, tomó dos cortinas dobladas e hizo lo mismo, las acomodó como cobijas, en el lugar buscó algo con lo que tener luz para no prender el foco y llamar la atención, encontró en un cajón velas de emergencia y algo de chispa, la prendió con calma, comenzó a hacer su tarea, al final esperó haciendo tiempo, observó que los maestros y todo el personal habían salido del edificio, corrió con sigilo al baño, sacó su ropa, tomó jabón del dispensador y la lavó con velocidad, había encontrado ropa en el cuarto donde se había instalado, le quedaba grande, pero mientras tanto serviría, su estómago sonó, salió del baño, corrió a las mesas del descanso, buscó en los botes de basura algo de comida, encontró dos emparedados a la mitad, no dudó en comerlos, comenzó a caminar entre las aulas y las oficinas, en el cuarto de maestros había una manzana, la tomó y la comió con velocidad, necesitaba conseguir dinero para vivir, bajó recorriendo el lugar consiguiendo unas monedas entre los escritorios de los maestros y los salones, robó un cuaderno y un lápiz del cuarto de suministros, suspiró con frustración, debía encontrar la forma de vivir, de ser el mejor, no se quedaría atrás de todos esos bastardos mimados.
Se introdujo al gimnasio observando el enorme lugar, tenía que ver el lado positivo, tenía acceso al material en ese amplio espacio, tomó la caja de kunais y shurikens, por la mañana el sensei los había enseñado a usarlos, lo acomodó en su mano, comenzó a lanzarlos, fallando una y otra vez, corría por los kunais y nuevamente lo intentaba, buscaba la manera de no lastimar su mano, dolía después de un tiempo, repetía y volvía a repetir, cuando por fin acertó en las orillas de la diana observó la posición que su mano había tomado, no la olvidó, sobre ella comenzó a lanzar y ajustar altura y fuerza únicamente, nuevamente disparo tras disparo se daba, tenía que esforzarse, los de clanes le llevaban mucha ventaja, algunos aldeanos habían tenido sensei privado pagado, él no tenía nada de eso, apretó el ceño, nuevamente lanzaba, cada vez con más fuerza, debía reducir el movimiento, recordaba a Iruka, su mano se movía ligeramente cuando les enseñó, el kunai salía a gran velocidad y fuerza, asintió tratando de imitarlo.
Cuando consideró razonable, los dejó, comenzó a correr usando los cronómetros de los maestros en el lugar, cada que daba una vuelta al edificio debía superar su marca anterior, nuevamente lo hacía, estaba cansado, pero el sólo hecho de sentirse el último muerto le daba fuerza para salir adelante, al final de su rutina paró en el baño, dándose una ducha en el lavabo del lugar usando el jabón del dispensador, trató de no dejar huella de su presencia por dónde pasaba, le serviría de práctica si lograba salirse con la suya durante la academia, al final simplemente se dejó caer en la colchoneta que había preparado por la tarde, observó el escritorio sobre la colchoneta donde dormía, era un lugar caliente por la cantidad de cosas que había en él, por lo menos no pasaría frío como en el orfanato, si abrían la puerta no era un lugar visible donde se encontraba, estaba detrás de todo, el acceso a su pequeño hueco era gateando, no era idiota, era bastante astuto, debía sacar ventaja de todo lo que pudiera obtener, con ese pensamiento en mente, cerró sus ojos con cansancio, había sido un día largo.
….
Sus azules observaban con atención al Uchiha, su tiró era el mejor, veía fijamente sus manos, con discreción repetía el movimiento, bajó su mirada corrigiendo su lanzamiento con cuidado, lanzó con fuerza asestando en el penúltimo círculo de la diana, apretó el ceño con molestia, por lo menos ya estaba dentro de la diana -mejoraste bastante rubio, estuviste practicando, no es así?- Naruto asintió quedito escondiendo sus manos, Shikamaru sonrió ligero, levantó su mano y sacó un frasco con disimulo, lo puso en el pantalón del chico- úsalo para tus manos, están lastimadas -el rubio lo vió con seriedad, mordió su mejilla rascando su nuca -no tengo… -el Nara negó -te lo regalo, no te lo estoy vendiendo, ahora toma, mamá me lo dió para ti-
El ojiazul abrió sus ojos con sorpresa -oye, no tienes que hacer… -Shikamaru lo vió con fastidio -sólo cómelo rubio o mi señora madre me golpeará llegando a casa si regreso con él, que fastidio -Naruto rió ligero, asintió comiendo el arroz yakimeshi, nunca había comido algo tan rico -está muy rico, gracias -Nara sonrió ligero, ya era hora del descanso, Choji dejó una bolsa de papas en el lugar del pequeño sin decir nada, el rubio los vió con sentimiento, mordió su mejilla con ganas de llorar, pero no lo haría por orgullo, Shikamaru y Choji no tenían idea de cómo diablos vivía su amigo, pero sabían que ocupaba ayudaba y si estaba en sus manos, también lo apoyarían- ese Uchiha es hábil, supongo es normal, su clan es de los más fuertes en la aldea-
Naruto escuchaba con cuidado a Choji -es así, ahora mismo su clan es el más fuerte, el clan Senju ya no existe, bueno, sólo Tsunade-sama, pero ya no está en la aldea, viaja mucho por lo que sé, el clan Uzumaki al que pertenece Menma es otro, pero está casi extinto también, sólo kushina-san y él sobreviven -Naruto parpadeó con sorpresa -pensé que el poderoso era el hokage?- el Nara sonrió -el hokage era huérfano cómo tú -el rubio abrió sus azules bastante -es el mayor genio que la aldea ha tenido, se dice que su puntuación y velocidad en las pruebas nadie las ha superado, el único que ha estado cerca de hacerlo es el heredero Uchiha, un genio a su altura, aún es joven y ya es anbu, tiene sólo doce años -Naruto escuchaba con emoción -olvídate del Uchiha, cuéntame del hokage, cómo se hizo tan fuerte?-
Shikamaru sonrió por su emoción -al parecer al ser tan inteligente y hábil, al finalizar la academia uno de los sannin lo tomó en su equipo como alumno, no estoy muy seguro, pero cada uno de los kages ha venido en cadena, observa, Hiruzen Sarutobi el tercer hokage alumno de Tobirama Senju el segundo hokage, hermano del primer Hokage, Jiraiya el sannin alumno del tercero y sensei del cuarto hokage, se dice que el próximo en la lista es el actual comandante anbu kakashi Hatake, alumno del cuarto hokage, papá piensa que es el más adecuado hasta el momento, a menos claro que un nuevo shinobi con poder e inteligencia aparezca, como el Uchiha- masticó su comida con calma, Naruto escuchaba con atención, entonces la clave estaba en la academia, debía ser el mejor si quería tener oportunidad de que algún shinobi poderoso fuera su sensei, masticaba lentamente su comida, guardaría las papas para en la noche.
Al salir de clases decidió que él también debía ser inteligente, no sólo fuerte, caminó a la biblioteca de la academia, aún había senseis y personal, tenía hasta las cuatro para estar ahí, con tranquilidad entró, sacó su tarea y la terminó con velocidad, se levantó observando los libros, el área de primer nivel de la academia era el primer pasillo, tomó el libro, historia de konoha, debía ser el mejor en todo, comenzó a leer con atención conociendo el origen de la aldea y los personajes de importancia, mencionaban poder y habilidades, mientras las leía el tiempo pasaba, debía ser rápido y tratar de entender con velocidad, gracias a kami no era tan idiota y pocas dudas salían, el tiempo terminaba -sí gustas, puedes llevar el libro pequeño, te haré una nota de biblioteca, con este pase puedes llevarlo a casa y cuando lo termines, lo regresas- Naruto sonrió ligero, tomó el pase, tomó un segundo libro sobre el chakra, salió del lugar fingiendo salir de la academia, se coló por los árboles hasta llegar a la ventana de su ahora cuarto, se encerró, continuó leyendo esperando a que el personal se fuera.
Cuando se dió cuenta que todo estaba vacío, corrió en su rutina, lavó su ropa, usó la ropa grande, corrió al gimnasio y comenzó a lanzar el kunai con el nuevo aprendizaje del día, una y otra vez lanzaba, de los seis círculos de la diana avanzó hasta el tercero, sonrió feliz, dejó de lado el lanzamiento, colocó algo de pomada para sus heridas, al terminar comenzó con su velocidad, comenzó a correr con todo lo que tenía buscando mejorar su marca, al finalizar respiraba agitado y débil, necesitaba descansar, cayó de rodillas escurriendo de sudor, recordó como el sensei acariciaba la cabeza del pelirrojo, como Sasuke atinaba sus lanzamiento con su maldita arrogancia, recordó cómo la gente esperaba todo de ellos y de él nada, tragó con frustración y coraje recuperando su determinación y fuerza, se levantó cómo pudo, comenzó a correr nuevamente superando sus marcas, su cuerpo dolía bastante, pero no pararía, no se rendiría, él sería como el cuarto hokage
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Noppera bo (Itanaru)
Roman d'amourSe paró frente a una máscara blanca sólo con el orificio de los ojos, llamó su atención bastante, la levantó con curiosidad pensando, no tenía un origen, no tenía un legado, ¿padres? tampoco, no era nadie para el sistema de Konoha, no era importante...