Noppera bo (Itanaru)

Capítulo 61

Tsunade veía a su hijo con amor- déjame llorar Shizune, sal con kushina -la pelinegra suspiró con fastidio -me voy Naru-chan, afuera me necesitan, felicidades -Naruto sonrió, asintió viéndola salir, giró su mirada hacia su madre viendo como limpiaba una lágrima- mi niño, ando muy sensible, esto fue muy rápido, te conocí cuando tenías siete años, parece que fue ayer, han pasado sólo pocos años, todo parece irreal- la senju abrazó a su hijo con fuerza, Naruto vestía un Yukata negro con detalles blancos y rojos- lo sé ma, en ese momento yo sólo quería atención y ahora tengo lo que siempre creí era algo imposible para mí, una enorme familia, amor- Tsunade sonrió con cariño besando su frente -ahora es real Naru, deja todo eso atrás -el menor escuchó a su padre, sonrió con cariño -los amo demasiado, gracias por ser los mejores padres- el kage sonrió acariciando con cariño su cabeza -te amo pequeño- Naruto abrió sus azules aguados, sonrió con amor- gracias- Minato lo abrazó con fuerza -ese Uchiha te robó muy pronto- el pequeño sonrió divertido -acepto que en eso tiene razón tu padre, se vió demasiado vivo ese Itachi -Naruto rió con diversión a su madre- vayamos pa, se hace tarde, después hacen escena- asintieron saliendo del lugar.

En el pasillo Itachi esperaba con una sonrisa, sonrió enorme y con emoción al ver a su pareja, sus onix mostraban un gran brillo al verlo, se acercó sin inmutarse, tomó su mano con emoción -Itachi -el azabache levantó su mirada, unos azules fríos lo veían causando un leve escalofrío -lo robaste pequeño, espero lo cuides adecuadamente -el heredero asintió con cuidado -lo haré Minato-sama, no debe preocuparse -el rubio asintió- vamos Minato, no empieces con esto de las amenazas- Tsunade dijo con fastidio, Fugaku negó del mismo modo -tu hijo es poderoso Minato, no comiences con esto, Itachi tiene honor, hará las cosas bien- el kage suspiró con fastidio -déjenme hacer las amenazas respectivas, roba a mi hijo pequeño, por lo menos eso merezco - rieron en el lugar -vamos Fugaku, tu hermano y los ancianos ya llegaron, además Minato seguirá con la escena, nos vemos afuera hijo- Itachi asintió agradecido con sus padres, Tsunade empujó suavemente al kage- deja a los mocosos en paz, vayamos a la ceremonia, acabo de ver al Kazekage llegar -Minato se cubrió de un aura negra- me llevan Naru, los veo afuera- la pareja sonrió divertida viendo a ambas familias salir.

Itachi giró hacia su amor, levantó sus manos suavemente besando con cariño cada una, sus onix observaron los azules verlo perdido, sonrió divertido, se acercó besando sus labios suavemente -te amo como no tienes una idea- Naruto sonrió con amor- también te amo como loco Ita- el azabache sonrió complacido -prometo ser un fan leal- ambos rieron con diversión -prometo a diario hacernos feliz, disfrutar nuestra vida, prometo que cada día este amor que tenemos lo alimentaré para que siga floreciendo- Naruto lo abrazó con fuerza enterrando su rostro en su pecho -prometo estar a tu lado cada día de nuestra vida procurando y cuidando nuestro amor, prometo que seremos felices juntos, con nuestra familia- Itachi acarició su pequeño estómago abultado con cariño, donde su hijo esperaba por ambos, Naruto sonrió comenzando sus promesas -prometo cuidar nuestros sueños, nuestro futuro, nuestra amistad, lo único que quiero es ser feliz a tu lado y junto a nuestro bebé, ser tu apoyo y tu incondicional -levantó su rostro con amor -te amo Ita- el Uchiha besó sus labios suavemente introduciendo su lengua en su pequeña boca, disfrutando su sabor y textura, sus labios en sincronía perfecta se movían buscando mostrar sus sentimientos, se separaron un poco con un brillo en su mirada -te amo -susurraron al mismo tiempo, ambos sonrieron con diversión, Naruto tomó su brazo, los dos caminaron observando en el jardín a su enorme familia, a sus amigos, a toda la gente que formaba parte de sus vida, sonrieron felices. En algún lugar de la mansión Senju, la máscara sin rostro de Noppera bo cayó partiéndose por la mitad, esa vida vacía donde su existencia no tenía sentido, había quedado atrás, ahora le esperaba una vida junto al amor de su vida y junto a su familia.

Fin