Noppera bo (Itanaru)

Capítulo 35

Un leve ruido en la ventana de su habitación lo despertó, abrió sus ojos con sueño, bostezó audiblemente, estaba por sonar su alarma, aún no había sol, debía entrenar un poco, nuevamente ese ruido en su ventana, giró su mirada con duda, se levantó abriendo un poco la cortina, había un cuervo de espaldas en su ventana, sonrió ligero al imaginar quién lo había enviado, abrió la ventana, el cuervo giró con un tulipán en su pico, Naruto abrió sus gemas con un poco de timidez, sonrió ligero tomando la flor de su pico, levantó la flor, la olió un poco, giró su mirada al ave que lo veía esperando algo, sonrió ligero acariciando su cabeza suavemente -¿acaso quieres tu pago kuro?- el Senju tomó una galleta de su escondite, se la dió al ave quien desapareció en un puff, sonrió divertido, ¿quién iba a pensar que en verdad sería un acosador y bastante romántico el Uchiha?, se dejó caer en su cama observando la flor en sus manos con una sonrisa idiota en el rostro.

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Tsunade veía a su hijo con cuidado, lo observó quitar su armadura y colocarla en el clóset de la entrada de la casa, se veía extrañamente sonriente, había visto que el florero de la sala ahora estaba en su habitación con unas flores bastante hermosas, cada día aumentaba, eran de buena calidad, su tallo era grueso y la flor era grande, levantó una ceja con duda, que un hombre recibiera flores realmente no le sorprendía, los tiempos cambiaban, pero esa sonrisa en su pequeño sí era para sorprenderse, más cuando le agradaba mantener a raya a todos con su mirada- ma, me daré un baño, no tardo- Tsunade asintió viendo con sospecha al menor, el timbre de su casa sonó, se levantó, abrió, sonrió ligero- pasa kushina, ?qué te trae por aquí?- la pelirroja sonrió -le traje un pay de atún tía, espero le guste- la Senju sonrió- pasa por favor, acabo de llegar del hospital, fue un día bastante pesado, últimamente el país del fuego se ha alborotado, Minato envió a Jiraiya a investigar una organización de potencial peligroso-

Kushina suspiró con cansancio- lo sé tía, también estoy preocupada, Minato está algo nervioso, hay rumores- la Senju asintió- ¿te refieres a las bestias con cola?- la pelirroja asintió- debes estar alerta kushina, eres el premio gordo del mundo shinobi, si esos desgraciados descubren tu identidad, podrías estar en peligro -la Uzumaki asintió, el timbre sonó nuevamente -dame un minuto- la rubia se levantó, abrió nuevamente la puerta de su casa, levantó una ceja al ver a Itachi en el lugar -Itachi, ahora le aviso a Naruto que estás aquí, pasa- el Uchiha asintió- le agradezco Tsunade-san- el mayor estaba por entrar cuando el rubio menor salió corriendo -ya nos vamos ma, nos vemos por la noche- el pequeño jaló la mano de Itachi y lo arrastró lejos del lugar, la Senju afiló su mirada, sus rubíes se abrieron con una idea en mente -vaya- Kushina los vió con duda- veo que son bastante amigos, siempre ví a Itachi-Kun bastante serio, no pensé que fuera alguien tan alegre ttebane- Tsunade mordió su mejilla con duda -siempre se han llevado así, creí lo mismo hace años, sólo es serio con la gente fuera de su círculo -la pelirroja asintió con curiosidad.

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-¿Tenemos prisa o por qué corremos?- Naruto sonrió con diversión -¿acaso quieres un interrogatorio?, no dudó que mamá sospeche de ti- Itachi sonrió divertido, jaló su mano y lo arrastró a un callejón, el pequeño ojiazul abrió sus gemas bastante al ver cómo el Uchiha lo encerraba en la pared con una mano y su cuerpo, el mayor sonrió de lado observando al pequeño con descaro- te ves aún más hermoso hoy- Naruto infló su mejilla, giró su rostro avergonzado- llevas el descaro a otro nivel- el azabache sonrió divertido, acercó su rostro a su cuello absorbiendo su delicioso aroma -y hueles delicioso-

El pequeño Senju sintió su piel erizarse, sus manos en reflejo se levantaron apretando el pecho del Uchiha -Ita… chi- el heredero levantó su mirada observando las mejillas sonrojadas y los azules aguados del pequeño, sonrió ligero satisfecho con su reacción, se enderezó dejándolo calmarse, levantó dos dedos y golpeó suavemente su frente- vamos, tengo ganas de ramen- el pequeño levantó su mirada con un ceño marcado, pellizcó su brazo -auch- Itachi sobaba con diversión la zona- me dejaste aguado abusivo- el Uchiha sonrió complacido -eso es bueno- Naruto negó con diversión.

Al llegar al Ichiraku pasaron al restaurante, el pequeño sintió su sandalia desamarrarse, se agachó con calma a atarlas, al levantarse su sonrisa se perdió al ver a Menma en un banco de la barra, el pelirrojo lo veía con coraje, tragó su plato de golpe y pagó, se acercó al rubio retador- buscas quitarme todo lo que es mío, ¿no es así?, no puedes superar que tenga padres y no sea un huérfano arrimado como tú, ¿por eso me haces la vida de cuadritos?- Naruto lo vió con seriedad, respondió con calma -no has entendido, para mí tú existencia no significa nada, simplemente déjame vivir en paz, ¿qué ganas con seguir jodiendo? no quiero problemas, he madurado- Menma estaba por aventarlo cuando Itachi paró la mano del Namikaze apretando su muñeca.

Menma abrió sus azules con sorpresa, apretó el ceño arrebatando su mano- tch no sé cómo lograste que todos te defendieran, eres un maldito lastre, no te soporto, no te quiero cerca de mi padre, aléjate de él- el Uchiha lo vió con molestia -deberías madurar Menma, ya eres un adulto, no es posible que sigas haciendo estas escenas infantiles, tal vez deba hablar con Minato-sama de tus celos enfermizos- Menma lo vió cabreado -¿por qué lo defiendes?, me conoces desde pequeño, ¿por qué todo el mundo aboga y habla bien de él?, no lo conocen, es un… -Itachi apretó el ceño, su mirada se hizo oscura -no termines esa frase o me conocerás como enemigo Menma- el pelirrojo sintió terror al ver su mirada, tragó pesado, giró su mirada a Naruto viéndolo con molestia, salió corriendo del lugar, el pequeño rubio vió a Itachi, mordió sus labios con vergüenza -no tenías que defenderme, lamento… -el Uchiha negó con una sonrisa amable -olvídate de él, es nuestra cita -Naruto abrió sus azules enormes- ¿cita?- Itachi sonrió divertido sentando al pequeño en una silla mientras él tomaba otra- así es hermoso, es nuestra cita- el ojiazul infló su mejilla, sonrió ligero.