Noppera bo (Itanaru)

Capítulo 21

Naruto parpadeó viendo al sannin sonreír en la casa, era bastante temprano, giró su mirada viendo la habitación de su madre cerrada, se sonrojó al entender, sonrió ligero, tal vez si formalizaban, la Senju se quedaría más en casa, se acercó a la cocina comenzando a preparar el almuerzo -dime chico, ¿por qué es que te esfuerzas tanto?- Naruto guardó silencio un momento -algún día quiero ser hokage, uno tan grande como Minato-sama, reconocido y admirado, marcar la diferencia y dejar mi huella en la historia de konoha- Jiraiya levantó una ceja con duda- suena algo… -Naruto asintió- totalmente egoísta, sensei lo sabe- levantó su mirada azul con seriedad viendo al sannin mientras servía los platos, la bajó continuando con su labor- soy huérfano Jiraiya-sama, crecí sin el reconocimiento de nadie, mis primeros tuve que sobrevivir sin ayuda y con bastantes limitaciones, ser egoísta no es un crímen si beneficia al resto, admiro a Hokage-sama y lo único que quisiera es seguir sus pasos- el sannin sonrió- eres bastante sincero, me agradas chico-

Naruto sonrió, sirvió su plato y el de su madre con un cubreplato para que no se enfriara, Jiraiya observó la devoción que tenía por Tsunade, cuidaba detalles para la rubia, se dió cuenta que en su plato no había tomates, no le gustaban a la Senju, el huevo estaba ligeramente más dorado, no le agradaban tiernos, el jugo no tenía sumo, la casa estaba cuidada a pesar de la ausencia de la rubia y el jardín era demasiado hermoso- la quieres, ¿no es así?- Naruto masticó lentamente sus alimentos, levantó sus azules con seriedad -es la madre que no tuve Jiraiya-sama, no piense mal, sólo no se lo diga, no quiero que se espante- continuó con sus alimentos con una sonrisa casi imperceptible, el sannin sonrió, levantó su mirada viendo a la Senju sonreir al escucharlo sobre el pasillo.

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Itachi corría con el pequeño a su lado- la aldea no deja de hablar de ti- Naruto giró sus azules escuchando a comadreja -supongo, le dije que me haría de un nombre -el mayor sonrió divertido, ahora le hablaba como su superior al ser su capitán -bastante humilde- el pequeño sonrió -no le queda decir eso capitán -el azabache sonrió con diversión bajo la máscara -el fin de semana sensei me hará una pequeña comida en casa, ¿quiere venir?, pidió que llevara a mis amigos- Itachi sintió un agujero en su estómago, ¿amigo?, no, él no quería eso, observó al pequeño verlo con inocencia, aún podía recordar cómo lo encontró junto a ese árbol, su corazón latía con fuerza a su lado, sonrió de ojos bajo la máscara -ahí estaré -Naruto sonrió, sintió sus brazos rozar, levantó sus azules con curiosidad, sonrió al ver que lo veía, regresó su vista al frente sin pensar nada más, el Uchiha giró su mirada a su equipo viendo que corrían al frente entre los árboles siendo ajenos a su plática, continuaron su camino mientras el azabache disfrutaba la presencia del pequeño en esta misión, su primer misión juntos .

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De regreso a casa, Naruto sacó su uniforme anbu, caminó por las calles, quería llevar a la Senju algo rico de comer, se paró fuera de un local de ramen, lo observó con cuidado, el aroma le gustó demasiado, ¿le gustaría a su madre?, mordió sus labios acercándose al puesto -¿cuál es la especialidad?- el tendero sonrió -el ramen de puerco chico, ¿quieres que te sirva un plato?- Naruto sonrió -¿me da tres para llevar?- el señor asintió, comenzó a preparar -¿Qué demonios haces aquí bastardo?- Naruto abrió sus azules con sorpresa, estaba distraído, no sintió el chakra acercarse, el rubio trató de ignorarlo viendo al chef cocinar, una castaña se acercó -te estoy hablando maldito huérfano, lárgate de aquí o ¿quieres más de lo de la otra vez?, no he olvidado que caí en tu trampa-

La chica se enojó al ver a Menma hablarle así a su cliente -oye Menma, ¿qué te sucede?, no puedes tratar a los clientes así, dejaré de venderte una semana si continuas -el pelirrojo abrió sus ojos con terror- Ayame-nee es él quién me molesta con su presencia, no puedes hacerme eso- Naruto recibió su pedido, pagó, realizó una leve reverencia siendo educado, sus azules se veían enormes y aguados, ya lo tenía bastante ensayado para esos casos, los Ichirakus vieron con molestia al Namikaze -les agradezco, lamento las molestias, evitaré dar problemas -se dió la vuelta con bastante molestia disimulada con un rostro lleno de dolor fingido- chico, eres bienvenido cuando quieras, no hagas caso- la chica se acercó a su lado dándole extra Narutos y un poco más de carne en un platón, el rubio sonrió -te agradezco, eres muy amable -sonrió lindo sabiendo que se ganaba un poco a la gente de ese modo, comenzó a caminar a su casa escuchando como la castaña reprendía al idiota, se las pagaría su adorado hermano.