Prólogo

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18 de Mayo, 2012

Manhattan, NY

- ¡Dazaet, rápido!

-No vamos a ver a la Reina de Inglaterra, Log. Ten un poco de paciencia-. Resopló el rubio al subirse al auto con su hermano.

-Y ¿si se pierde?-. Preguntó el moreno, ajustando el retrovisor.

-Bueno, sería una pérdida lamentable, pero la recordaremos-. Dazaet se puso sus lentes oscuros y miró a su hermano. - ¿Vas a arrancar?

-Sí, sí-. Dijo él, encendiendo el coche. -Quiero que se lleve una buena impresión de nosotros.

-Habla por ti, hermanito-. Dazaet se tiró su larga cabellera rubia hacia atrás. -Eres adorable, sino le agradas, posiblemente esté loca.

-Gracias-. Logan sonrió.

- ¿Sabes cómo es al menos?

-Pelinegra y de ojos grises-. Dazaet soltó una carcajada mientras ponía sus manos atrás de su nuca, Logan lo miró rápidamente con el ceño fruncido. - ¿De qué te ríes?

-Las inglesas son locas y excéntricas ¡Qué suerte la tuya!

-Eres cruel.

-Lo sé-. Sonrió.

⦁⦁⦁⦁⦁⦁⦁⦁⦁⦁⦁

Isabelle estaba sentada afuera del aeropuerto, revisó su reloj por tercera vez en menos de una hora, frunció el ceño al ver una vieja camioneta estacionarse frente a ella, un chico hippie la conducía, suspiró dramáticamente y recogió sus maletas, se acercó al auto a punto de entrar.

- ¿Eres Mindy Ho? ¿La estudiante de Japón?

- ¡Oh!-. Ella lo miró, sintiendo sus mejillas arder con vergüenza. -No, no-. Alejó sus maletas de la camioneta y el chico hippie aceleró.

Se sentó nuevamente, era baja de altura, rozando los 1.60, así que sus pies no tocaban el suelo, un chico corrió a su lado y se llevó su bolso donde tenía el pasaporte junto con sus boletos de avión, ella saltó de su asiento y corrió detrás del joven, un chico rubio bajó de un convertible, escuchó a la pelinegra gritar y detuvo al ladronzuelo, la policía se llevó al sujeto, después de correr como maniática persiguiendo al tipo, Isabelle llegó sin aliento hasta el rubio.

-Grandioso-. Susurró él, de forma irónica. - ¿Esto es tuyo?

-Sí, sí es mío-. Dijo con acento, el rubio le entregó el bolso. -Gracias.

- ¿Tú eres Allison Isabella Kennedy?-. Preguntó el rubio.

-Alex Isabelle Kentwell, Daza-. Un chico de cabello negro ondulado y ojos verdes salió del auto.

- ¿Eres tú?-. Preguntó Dazaet, ella lo miró a los ojos.

-Sí, soy yo.

Algo dentro de él le hizo sentir que esa chica de cabellera negra y ojos grises atentaría contra toda forma de vida que él conocía, no le gustaba lo extraño, lo ajeno a su núcleo y esta chica era todo eso, en cambio su hermano se encontraba feliz y dichoso, y ¿cómo no?, si en sus venas corría la bondad, por eso mismo él era su hermano en ese momento.

Alex Isabelle Kentwell emanaba peligro, una amenaza que debía ser eliminada.

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Nota de la autora:

Escribí esta historia desde hace 8 años, pero no la había concluido, creí que merecía un final.

Ojalá disfruten la lectura :)

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