Tú eres mi mayor sacrificio.

Capítulo VIII

26 de Diciembre, 2013
Manhattan, NY

—Nuestro bebé regresa a casa—. Dijo Linda mientras conducía el auto, miró por el retrovisor a la pareja. —Después de casi un año.

—Es genial que regrese—. Dijo Logan sonriéndole a su madre, tomó la mano de Isabelle.

—Ustedes dos son tan adorables—. Sonrió Linda. —Es una lástima que tu padre no haya podido venir.

—Lo es—. Confirmó Logan y miró por la ventanilla hacia el aeropuerto. —Ahí está.

Dazaet vestía una camisa gris con una chaqueta de cuero negra y pantalones del mismo color, su cabello estaba un poco más largo, también tenía rastro de una creciente barba y usaba anteojos para el sol, el corazón de Isabelle empezó a palpitar rápidamente. Linda salió y abrazó a su hijo, quién seguidamente se montó en el asiento del copiloto, le dio la mano a Logan y un asentimiento a Isabelle, su mirada se posó en las manos de ellos dos entrelazadas, pero simplemente tragó con fuerza y se volvió hacia su madre con una sonrisa, esa clase de sonrisa que Isabelle tanto extrañaba.

—Y ¿papá?

—Viaje de negocios, cariño. ¿Qué tal el vuelo? Debemos tener una larga charla de todo.

—Estuvo bien, algo cansado—. Dijo Dazaet, mirando hacia la ventana. — ¿Qué tal todo por aquí?

—Te hemos extrañado mucho, en especial Logan. Nada nuevo, hijo. Bueno, estos dos tortolitos son novios ¿no es adorable?—. Dazaet fingió sonreír y asintió.

—Enhorabuena—. Su voz no sonó tan alegre como él pensaba. —Es genial.

—Gracias—. Fue lo único que dijo Isabelle dirigido a Dazaet.

Dazaet miraba a Isabelle durante la cena, ella simplemente se limitaba a ver su plato y asentir cuando se le llamaba, nada más allá de eso, Logan sonreía cuando su hermano le contaba cosas de la universidad y de cuanto lo había extrañado, de lo diferente que era todo allá en Rusia y de su extraño dialecto, Isabelle trataba de no mirar mucho a Dazaet cuando éste hablaba, su corazón dio un vuelco cuando mencionó que leyó Orgullo y Prejuicio mientras estuvo allí. Isabelle miró a Linda, miraba con orgullo a Dazaet, posiblemente así miraron a Logan cuando ingresó a Harvard.

—… Y al otro día, me dicen que son novios—. Sonrió Linda, Isabelle centró su atención en ella. —Ha pasado poco desde que Logan se lo pidió, pero lo hizo de una manera tan linda. No creo que pase mucho tiempo para que anuncien que se casarán—. Linda hizo una mirada soñadora, Dazaet dejó de sonreír. —Hacen una hermosa pareja ¿cierto, hijo?

—Sí—. Dijo Dazaet, pero él no estaba realmente allí. —Se ven bien juntos.

—Gracias, hermano. Dime ¿alguna chica especial allá en Rusia?

—No—. Dijo apresuradamente Dazaet, mirando a Isabelle, ésta clavó sus ojos en el plato. —Creo que mi corazón se quedará aquí en américa.

—Salud por eso—. Dijo Logan, alzando la copa de vino. Isabelle sintió que lo dijo por otra razón. —Debo ir a dejar una carta, disculpen—. Logan se levantó y miró a Isabelle. —Iré a dejar tu carta, cariño. Volveré pronto, no te preocupes.

—Log…

—Ya vuelvo—. Le dio un beso en la frente y se marchó.

— ¡Son adorables!—. Dijo Linda, dando un aplauso entusiasmada. —Qué te vaya bien en el camino, hijo.

—Ya vengo, mamá—. Logan salió por la puerta y cuando la cerró, Isabelle quiso que la tierra la tragara.

—Chicos, creo que los dejaré—. Linda se levantó de la mesa y le dio un  beso en la mejilla a Dazaet. —Mañana entro a las 5:00 am, que descansen.