Capítulo 9

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"El regreso del demonio"

Rivers pov:

Estaba muy confundida.

No sabía por qué ese chico o tal vez chica haya venido a ayudarme. Lo más raro era que vino y luego se fue corriendo, sin dejarme ver su rostro siquiera.

Al tomar consciencia de dónde estaba, pateé la puerta para entrar a la azotea. Luego quité las cadenas que se comenzaron a soltar y las tiré, abriendo la puerta de una vez.

Salí al exterior, por fin...

Al ver un helicóptero acercándose por encima de la escuela, levanté mis brazos, moviéndolos de un lado para otro en señal de ayuda.

También comencé a gritar con todas mis fuerzas. Sintiendo mi garganta irritada de tanto alzar la voz para que me escuchen.

El helicóptero se empezaba a acercar más y más, pero se fue de frente, sin detenerse en el transcurso.

—¡Por favor, ayúdenos! —seguí gritando, viendo como se iban. —¡No! ¡No...! ¡No se vayan! ¡Regresen, necesitamos que nos rescaten! —dije aún gritando, corriendo hasta el otro lado de la azotea. —¡Por favor..! No se vayan... ¡necesitamos ayuda! ¡No nos pueden dejar aquí..! —al ver que ya había llegado al otro lado, me detuve y apoyé mis manos en el antepecho.

(ANTEPECHO: Pretil o murete de baja altura debajo de ventanas o utilizado como elemento parcial de cierre y protección.)

Sentí que mi voz se debilitaba, que ya no podía gritar más. Entonces fue cuando comencé a soltar mis lágrimas de nuevo. Golpeé a una pared con mi puño por la frustración, manchando de sangre mis nudillos y creando leves heridas en ella, pero no dolían tanto. Más me dolía saber que no pude llamar la atención de los que estaban en el helicóptero.

Entré en desesperación. Empecé a patear todo lo que estaba a mi alrededor, (cajas, metales, maderas y entre otras cosas) empecé a gritar del enojo, golpeé mi cabeza reiteradas veces. Luego, caí al suelo en posición fetal, abrazando mis rodillas y comenzando a soltar todas las lágrimas que estuve reteniendo hace unas horas atrás.

Estaba muy frustrada. Me sentía inútil en este grupo, sentía que solo les daba problemas y siento que soy demasiado molesta con ellos. Tal vez solo tenga que convertirme en uno de ellos y ya. Nada más, así todos estarán felices y contentos.

Odiaba ser así, pensar de esa manera. Odio el simple hecho de no poder cumplir mi promesa.

Ya les he dado muchos problemas...no puedo darles más.

¿Qué hago? ¿Qué tengo que hacer? ¿Me voy? ¿O me me quedo aquí? ¿Les causo más problemas de los que ya tienen?

No. No puedo irme. Tengo que quedarme con ellos hasta el final. Ya no les causaré más problemas. Voy a volver y eso será todo. Aunque duela tener que ser la inútil drl grupo, intentaré ayudarlos a salir.

Lo haré aunque me cueste la vida.

– ☆ –


Mientras bajaba de la azotea, me encontré a demasiados zombis, algunos vivos y otros "muertos" en el suelo. Lo cual se me hacía extraño, ya que cuando yo subí no golpee a ninguno, solo corrí.

No mires atrás | StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora