Capítulo 16

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Barcode se quedó solo en aquella habitación que se le hacía cada vez más grande y fría. Se sentía perdido y le dolía el pecho, era un dolor más haya de los golpes que no lograba entender del todo.

Le daba vueltas la cabeza preguntándose, ¿Jeff había desaparecido? ¿Se había ido por qué se sentía culpable de las heridas que le había causado? ¿Por qué no espero al menos a que despertara? Y por otra parte tenía a Ta y las flores que le había dejado, ¿estaba confesándose de esa manera? ¿estaba yendo en serio con él? Por último estaba Bible... estaba quitándole el novio a un amigo. ¿Qué clase de persona era?

Intentó moverse y sintió el tiron de dolor en las costillas, se quejó volviendo a recostarse. Sabía que no había sido culpa de Jeff, que la furia y el posesivismo era algo que siempre estaba con él, y que se había dejado llevar totalmente por ello, pero sabía que él realmente no quería hacerle nada de lo que hizo, sólo fue un maldito instinto y ahora, ese maldito instinto los había llevado a eso.

También pensaba en que no había sido muy listo, ¿cómo se le ocurrió decirle a Jeff que a lo mejor le dejaba para irse con Ta? Ni él mismo pensaba eso, sólo había sido el enfado del momento, el querer echarle algo en cara, y no se le ocurrió otra cosa que ponerlo celoso.

Barcode sabía perfectamente que era dónde más le dolía, porque cuando empezó a tratarlo de mala manera, pasando de él completamente, sin importarle nada absolutamente, no soportaba igualmente verlo con otros chicos, la idea de hablar con otros cerca suyo era casi imposible de pensar o imaginar.

En aquel momento, cuando lo trataba así, creía que era porque lo quería, aunque estuvieran en una mala racha, y por eso no le gustaba que otros chicos ni siquiera lo miraran. Sin embargo, el último día que se acostó con Jeff antes de ir a BOC con Ta, le dejó claro lo que era.

Su perra...

¿Es que Jeff no lo veía como otra cosa más que su perra? ¿Por eso le repitió una y otra vez que era suyo? ¿Y que iba a aprender a quién pertenecía? Tenía miedo, tenía mucho miedo de que, tal y como Ta le había dicho, Jeff no perdonara sus defectos, de que no lo quisiera, de que lo pisoteara.

De que sólo lo viera otra vez como su perra...

¿Ta tenía razón? ¿Llevaba perdonándole demasiadas a Jeff? ¿Era cierto lo que le había dicho que sólo se preocupaba por él porque estaba lejos? O quizás lo único que quería era que se arrastrara otra vez a él, para entonces demostrar que Barcode sólo quería estar con él y no con nadie más...

Y lo peor de todo es que Barcode sabía que era capaz de arrastrarse hacia él...

Una y otra vez...

—... hum... ¡Barcode! —le llamó la atención Ta.

Barcode espabilo viendo al rededor, dándose cuenta que ya era de noche, ni siquiera lo había notado por estar tan perdido en sus pensamientos.

—Ya sabemos dónde está Jeff —le dijo cuando el castaño le prestó atención.

—¿Dónde está? Tengo que hablar con él —admitió con la voz temblorosa.

Ta lo miró entristecido y aunque Barcode se sintió mal por eso, tenía que aclarar las cosas con el azabache.

—He contactado con tu agencia para informar de tu situación, y me preguntaron por Jeff, dijeron había pedido vacaciones y si sabía el motivo —le explicó Bible—. Quizás sea la manera que tiene de auto castigarse así mismo... aislándose de todos — murmuró.

—Saben a dónde a ido, ¿verdad? —preguntó el castaño intentando levantarse de la cama, solamente logrando caerse de no hablar sido porque Ta lo sostuvo a tiempo—. Díganme dónde está, tengo que ir a buscarlo y hacerle entender que no ha sido su culpa —dijo en un susurro pero con decisión, intentando levantarse nuevamente, sin embargo Ta lo frenó.

—Quédate aquí y descansa, Barcode. Bible y yo iremos por él, pero tú estás herido, es muy riesgoso que vayas a buscarlo —le comentó el pelichocolate. Barcode lo pensó por un momento, pero luego lo declinó totalmente.

—Descansaré cuando pueda descansar —le dijo con decisión, Ta lo miró preocupado, no iba a aceptar un no por respuesta. Barcode suspiró, dándole una mirada significativa a Bible, quién entendió rápidamente lo que el otro quería.

—Haré una llamada, ya vuelvo  —dijo saliendo de la habitación.

Cuando Bible se fue, Barcode miró a Ta, el cual tenía la mirada gacha. Barcode sabía que el pelichocolate solo quería cuidarlo y protegerlo, pero ese asunto era algo que tenía que solucionar él mismo.

—No es que no confíe en tí o en Bible, Ta —comenzó diciendo en en voz baja, tomándolo de la mano y acercándolo a él—. Pero conozco a Jeff, lo conozco, sé que es un maldito cabezón orgulloso, y si no voy yo mismo y le digo que está perdonado, no se perdonará así mismo —Ta subió la mirada en ese momento y tomó la otra mano de Barcode con dulzura. El castaño se sorprendió porque el pelichocolate estaba temblando ligeramente.

—¿Sabes el miedo que pasé cuando vi a Jeff con intención de matarte? —le preguntó, Barcode abrió sus ojos sorprendido—. No quiero tener que volver a vivir algo así nunca más, Barcode —se sinceró mientras apretaba su mano con más fuerza—. Ya no se trata de Jeff o de mí, se trata de ti —le susurró, a Barcode casi se le rompió el corazón cuando vio una lágrima rodar por su mejilla.

—Ta... no llores por favor... ¿A qué te refieres con que se trata de mí? —le preguntó sin conseguir entenderle, la cabeza le había empezado a doler de nuevo.

—Creía que después de todo lo que había pasado dejarías de pensar en Jeff como alguien bueno... —dijo Ta con la voz rota, dejando a Barcode sin saber que decir—. No puedo llegar a entender qué es lo que te ata a él, pero yo... yo quiero... —y antes de que terminara de hablar, Barcode se acercó a él y lo besó. El pelichocolate se sorprendió al principio pero no tardó en corresponderle de manera lenta y dulce, como a Barcode le gustaba.

—Yo te quiero a ti —confesó Ta separándose de Barcode, y el castaño supo que está vez le tocaba a él ser el fuerte de los dos.

—Escucha... vamos a ir a traer el culo a Jeff y luego nos encargaremos de solucionar lo demás, ¿sí? —le preguntó de manera dulce y Ta asintió algo nervioso mientras limpiaba sus ojos.

Esta vez Barcode no iba a arrastrarse. Esta vez decidiría bien, aunque estuviera hecho un lío y a la vez supiera muy claro qué era lo que quería.

❝Intercambio de Parejas❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora