Capítulo 1: [En el Bosque de la Diosa] (6)

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Parte 6

—Os veis bastante preocupado —comenta Alfgane, visitando por segunda vez al prisionero.

«Pensé que no vendrías nuevamente.»

El Sofry luce decepcionado. Ya han pasado dos semanas desde su última visita. Todo este tiempo no ha sentido más que soledad, pues las Zhana que se acercan para dejarle comida se rehúsan a dirigirle la palabra. Incluso cuando él trata de llamar su atención, ofreciéndoles comida o haciendo algún truco que pudiese interesarles, ellas se limitan a mirarlo con desdén y alejarse. Realmente están todas muy enfadadas con él.

—Lo siento, estuve algo ocupada. No pensé que me extrañaríais tanto.

La apariencia de la Kaevalery es un tanto diferente en ese día. La mujer viste una prenda un tanto más adornada que sus ropas anteriores. En vez de recordar a la naturaleza, como es usual, esta vez se ve con una estética común de las ciudades y pueblos de las naciones de Lugarta o Lamanica.

«¿Estuviste fuera?»

—Qué perceptivo sois.

La mujer asiente, pero no entra en detalles, dejándolo con la duda. Aquella es una suerte de tortura para alguien como un Sofry. La especie sin la capacidad de usar la magia tiene una curiosidad innata por todo lo que se encuentran. Cualquier información que se les es ocultada se transforma inmediatamente en un anhelo desesperante para ellos.

«Zebires» no lo sabe, pero actualmente todo su ser está buscando descubrir lo que la llamada Diosa estuvo haciendo en el exterior. La mujer puede ver imágenes y palabras a su alrededor exigiendo por una respuesta más completa.

—Antes de responder a vuestras dudas, me gustaría confirmar algunas cosas con vos. ¿Estaría bien?

El asesino detiene forzosamente su curiosidad y desvía su mirada hacia el suelo. Desconoce qué tan justo será el nuevo intercambio que tendrán y no puede evitar sospechar de la Kaevalery. Al final, suspirando, acepta la condición.

—Si os fuerais de este bosque, ¿qué es lo que buscaríais hacer?

La respuesta a aquella pregunta es simple: un trabajo; algo con lo que ganarse el pan.

Por supuesto, no puede volver a la federación, por lo que deberá buscar medios con los que sobrevivir. Si comienza a usar sus servicios de asesinato, es posible que sus dueños se percaten de su existencia y lleguen en su búsqueda, por lo que prefiere no recurrir a ellos.

«¿Qué es lo que puedo hacer?»

—Eso es. Antes de estar pensando en si salir o no de aquí, deberíais buscar vuestro valor. ¿Qué es lo que hace preciosa vuestra vida? ¿Cómo aportaréis a la sociedad en la que os insertéis? ¿Qué sentido habrá en vuestra presencia? ¿Cómo ayudaréis a cambiar la vida de los demás?

«Mi propósito está ligado a lo que puedo hacer», concluye el Sofry.

—No solo a lo que podéis hacer, sino también a lo que podríais hacer. No todo se basa en el presente. Las conexiones que hacemos en el pasado forman los cimientos de nuestra actualidad. Y si el camino es incierto, uno siempre puede crear una nueva vía adquiriendo nuevos conocimientos. Vuestra formación es importante, vuestras habilidades actuales son importantes y vuestro potencial es importante. Podéis pensar en cada una de vuestras partes por separado o unirlas en una red.

«Zebires» se percata de que la mujer ha estado tratando de hacer que él mismo responda la pregunta con la que se quedó después de que se retirase en su primera visita a la prisión.

«¿Cuál es el propósito de mi existencia?»

Es una pregunta que solo él puede responder. Cualquier persona que intente resolver aquella duda por él se convertirá inmediatamente en una embustera. Es fácil intentar manipular a los demás cuando se adueñan de su razón de existir. Sin embargo, la llamada Diosa no es ese tipo de mujer, por lo que espera a que él llegue a una conclusión.

Exhekar Tales VI: El Asesino & El AquelarreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora