Capítulo 5: [Un camino entre árboles y alas] (4)

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Parte 4


La Federación Maquinista tiene su territorio en el norte de Lugarta y la Ciénaga de Galgot, en el continente Buntar. Alguna vez fue un reino de especies inteligentes, como cualquier otro, pero cierto grupo de personas realizó investigaciones tecnológicas en secreto. Para cuando los dragones se enteraron de la creación de dispositivos capaces de almacenar almas y controlar cuerpos desde ellas, ya era muy tarde.

Esta nación se expandió rápidamente, extendiendo sus conocimientos al mundo, creando caos entre los mayores poderes de la época. Los Drogury mantienen la situación bajo cierto control en la actualidad, pero este caos le dio tiempo a la federación de establecer un dominio fuera de su vigilancia.

Ya que sus máquinas tienen muchas restricciones como para moverse entre las naciones, la infame nación mantiene su poder internacional usando su tecnología como amenaza potencial y, para trabajos menores, ha secuestrado y entrenando a Sofry durante siglos.

«1112.3», el líder asignado para esta misión siente la presión sobre sus hombros.

—Si logran cumplir el objetivo dado, no tenemos problemas con liberarlos y darles un lugar en Lugarta —había dicho uno de los líderes de su nación.

No hay una jerarquía real entre los miembros de la federación. Está el Gran Círculo gobernante, un grupo inmortal de personas maquinizadas, quienes se cree que son los primeros en utilizar la tecnología almacenadora de almas. El resto de habitantes vivos en esa nación son esclavos. No hay un «pueblo» como tal y mucho menos la posibilidad de ascender en la sociedad. Es una situación increíblemente desigual, a la que todos sus habitantes se han resignado siglos atrás. Es por esto que ocasiones como esta son un lujo.

La idea de libertad no es el concepto más atractivo para personas que han vivido toda su vida siendo controladas, pues jamás la han experimentado. Incluso cuando a los Silentes se les remueve la condición de esclavitud mágica, su mente sigue creyendo que obedecer es su única forma de vivir. Sin embargo, un lugar para estar en calma y vivir el resto de sus días en paz, sin sentir el constante peligro de la muerte en batalla ni la amenaza de convertirse en un nuevo experimento, es lo mejor que podría pensar esta persona para sí y su equipo de trabajo.

«Si todo termina bien, podremos ver lo que hay más allá de las cadenas», piensa, mientras guía a sus compañeros por el bosque de Argend.

El grupo es llamado «Serie 1112-C», compuesto de quince Sofry, todos ellos veteranos de veintiocho años, quienes han cumplido con las órdenes de sus amos durante una década ya.

La misión esta vez es bastante simple, al menos en papel. Si lo compara con otros objetivos a cumplir en el pasado, la recompensa es increíblemente atractiva.

El líder divisa a su objetivo, viajando sobre un bote entre los ríos de Argend. Comanda a sus subordinados para actuar, usando señas.

«1112.31, 1112.34 y 1112.38, el objetivo está entrando en el punto de bifurcación.»

Según la información que maneja, el objetivo doblará a la derecha y pasará por una zona de alta densidad de follaje. Ese es el instante perfecto para atacar, pues las ramas y hojas bloquearán la luz de los soles al punto de dejar una peligrosa penumbra.

Lamentablemente, para su sorpresa, el barquero realiza un movimiento inesperado, cambiando de ruta.

El río ahora llevará al objetivo hacia el final del bosque, cruzando por el famoso Campo de Flores de Argend. El líder asesino se pregunta si cambiaron de dirección para observar tal lugar.

Exhekar Tales VI: El Asesino & El AquelarreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora