ᴄᴜʟᴘᴀʙʟᴇ ᴏ ɪɴᴏᴄᴇɴᴛᴇ, ᴍɪ ᴀᴍᴏʀ ᴇs ɪɴғɪɴɪᴛᴏ...
ʟᴏ ᴇsᴛᴏʏ ᴅᴀɴᴅᴏ, ɴᴏ ʜᴀʏ ɴᴇᴄᴇsɪᴅᴀᴅ ᴅᴇ sᴇʀ ᴘʀɪsɪᴏɴᴇʀᴏs.
Los personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a su creador Kishimoto.
Las imágenes usadas no me pertenecen créditos totales a su...
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—𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢— TREINTA
"EL ACTO"
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—Hanami Hyūga
La mayoría del tiempo nuestro cerebro es consciente de lo que sucede, exceptuado la parte del sueño por supuesto, aunque existen los sueños lucidos; los cuales podría definir como el encuentro secreto con un universo paralelo donde el velo entre la realidad y la fantasía se desvanece delicadamente.
Como sabemos la mente es muy poderosa, demasiado para mi gusto, por lo cual es capaz de moldear paisajes y escenarios con el pincel de nuestros más anhelados deseos, siendo cruelmente capaz de explorar en lo más profundo de nuestra alma lo que tanto deseamos con tanta pasión e intensidad.
Podría decirse que es un baile íntimo con la propia imaginación, donde nuestro corazón late al ritmo de lo que es imposible, de aquello que por más que deseemos nunca podrá hacerse realidad.
Y hoy en mi estado grave, en una cama de hospital era consciente de que había tenido uno, uno muy bello y profundo. En el cual Itachi había sido mi salvador; considero esta acción imposible por muchas razones.
La primera, el mundo es demasiado grande como para que el supiese exactamente mi ubicación. ¿Cómo es que lo había hecho?, simple, no había ocurrido.
La segunda, me dijo dicho tantas cosas hermosas. El nunca diría ese tipo de cosas, apostaba a que preferia ser atravesado con un kunai antes que decirme alguna cosa bonita.
La tercera, habia ofrecido su pulmón para salvarme, también me parecía imposible, simplemente no tenía explicación. No había existido nada de eso.
La cuarta razón, me había dicho "Te amo".
Sin duda había tenido un sueño lúcido, mi mente se había encargado de hacerlo y no la culpo, después de todo el hizo y dijo todo lo que siempre anhele. Así que podría considerarme fan de los sueños lúcidos.
