Newt subía las manos por el cuello de Thomas, sosteniéndolo con fuerza como si pudiese caerse, con los dedos indice sobre la barbilla y el resto debajo de ella, conforme el novicio abrazaba a su compañero quedándose sin oxígeno rápidamente y con las manos como puños.
Newt parecía guiar la situación, pues su labios se movían más rápido y parecía tener más fuerza en el rostro. Thomas simplemente dejaba que Newt le hiciera viajar por un mar de sueños. SU sueño.
Pero algo saldría mal. Se burlarían de Newt si descubrían lo que hacía. Thomas no quería ver a su amigo perdiendo el respeto y autoridad que verdaderamente se merecía.
Le hacía daño.
Esto estaba mal, ¿verdad?
¿Verdad?
- ¿Qué estamos haciendo? - preguntó Thomas, arrepintiéndose en el momento que lo dijo.
El otro se paró en seco.
Lo miró, gravemente.
Thomas se sintió asustado, pues el rostro de Newt mostraba decepción y parecía ofendido. Los ojos se le llenaron de lágrimas.
- Te beso - afirmó aunque con voz vacilante y quebrada.
- Sí, pero... quiero decir...
De verdad él mismo no entendía porqué había cuestionado a Newt en primer lugar. Había hecho todo lo que él había pedido desde que llegó al Área pero en el momento que sucedió... pensó en las consecuencias.
¿Por qué?
- Mira - lo interrumpió Newt escondiendo su sonrojo debajo de las manos - no quise hacerte sentir incómodo.
- Yo... no... por favor... es que... tú eres el Encargado y...
Thomas quería volver a abrazarlo y pedirle que continuaran, pero sabía que no era posible.
Newt dio una vuelta nerviosa, intentando pensar su próximo movimiento. Thomas se quedó tieso, sintiendo el frío de la noche y una luna que alumbraba por arriba de la copa del árbol más cercano.
- Newt... no quise rechazart...
- No soy gay, ¿okey? - lo interrumpió.
- Sí, em... ¿lo sé?
- Okey.
- Okey.
Los dos se miraron pero el Encargado no pudo más con aquello: se dio la vuelta y desapareció hacia la Finca.
Y Thomas se quedó allí.
Tan desconcertado.
Tan solo.
Tan triste.
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Amor Secreto
FanfictionThomas se encontraba tan desconcertado en el momento en el que escapó de la Caja, que no pudo admirar a Newt ni un segundo. Pero alguien dulce, tranquilo y poderoso, puede ser tan atractivo como un boleto fuera del laberinto.