Había dos teorías: quizás Newt y Alby dormían juntos desde que entraron al Área por ser los Encargados o, segunda opción: porque tenían algo en la cama. Thomas se dejó invadir por la paranoia y optó por la última.
-¿Larcho? -preguntó Chuck con el trapeador en la mano-¡Eh, Thomas!
-¿Mmh? -masculló el novicio cuando notó que seguía mirando hacia las escaleras- ¿Qué pasó? ¿Oyes eso? ¿Chuck?
Levantó una ceja, confundido, y luego intentó oír.
-Mmh, sí, es Alby. ¿Y?
-¿Es Alby gay?
-No me digas que eres homofóbico.
<<Todo lo contrario>>
-¿Vas a responderme?
-Sí, supongo que se podría decir que es "gay", pero a nadie le molesta. Quiero decir, hay rumores, claro, pero es de esperarse: dicen que Newt también lo es.
-¿Enserio? -Thomas no sabía mentir muy bien y quizás exageró la sorpresa.
-Sí, ¿por qué te importa tanto? Creí que ya lo sabías.
-¿Alby y Newt están juntos? ¿Son pareja? -seguía ignorando las sospechas de su amigo.
-No. No creo.
-¡¿Pero acaso no oyes los ruidos?!
Volvió a prestar atención.
-Bueno, quizás... no, no lo creo. Newt no parece enganchado con él, ¿me entiendes?
-Sí, bueno, quizás le gusta otro.
Chuck se quedó demasiado tiempo observándole y Thomas se sintió más incomodo que nunca. Supo que era momento de callarse.
Tomó el trapeador y volvió a fregar el piso de madera abultado, cuando Alby bajó. Tenía la ropa arrugada en las mangas y una sustancia transparente en el rostro.
Cuando vio a los muchachos, se limpió rápidamente y se mostró furioso.
-¿Qué hacen aquí? ¡¿Qué hacen aquí?!
-¿Duermes en la Finca, Alby? ¿No es un poco injusto? -le desafió Thomas, cansado de ser tratado con tanta maldad.
El líder bajó las escaleras por completo y se acercó a Thomas. Chuck se quedó a un lado con rostro asustado temiendo por su amigo, y antes de darse cuenta, Alby ya se encontraba a un centímetro de la cara del novicio.
-No me "testées", larcho. No te gustarán las consecuencias. Ahora respondan -se alejó- ¿Qué hacen aquí?
Thomas no dijo nada pero mostró el trapeador como si fuera obvio. Desde la llegada al Área nunca se había sentido tan bromista y desafiante, pero le recordaba a Minho, y Minho era asombroso.
-Gally nos dijo -explicó Chuck.
-Pues que le follen al pedazo de plopus. Ya váyanse, mierteros, y yo les llamaré cuando pueden venir a trabajar.
-Ya - escupió Thomas cada vez más harto de aquella actitud.
-¡Alby! - gritó Newt desde arriba.
Thomas sabía que lo hacía apropósito. Por si aún no había quedado claro, Newt quería dejar explicada la situación: habían dormido juntos.
Y el novicio explotaba de furia.
Así que salieron y se acostaron en el piso lleno de rocio con unos sacos de dormir, cerca de otro grupo.
-Buenas noches -dijo Chuck acostándose al lado de Thomas mientras que salía el sol.
Pero él no pudo volver a dormir.
***
-¿Ahora sí? -escuchó a su lado.
Chuck volvió a levantarse y ya había salido el sol por completo. Newt estaba allí parado sobre los dos chicos con rostro indiferente (quizás demasiado indiferente). A Thomas le dolió verle así pero no podía pedirle perdón allí mismo delante de Chuck.
Pero si lo pensaba mejor: su amigo le había dicho que no era mal visto. Solamente algunos susurros, pero él podía lidiar con eso. Ahora que lo pensaba mejor, tal vez podría expresar sus sentimientos.
Buscaría el momento.
-¿Ya podremos entrar a la Finca o Alby nos hará esfumar?
-No deberían haber entrado a esas horas.
-Gally.... nos.... mandó -mascullaba Thomas apretando los dientes conforme Chuck observaba confundido.
-Ya. No es mi culpa. Solamente... vayan a fregar, ¿quieren? Tengo cosas que hacer.
El pequeño amigo comenzó a adelantarse y Thomas se acercó al oído de Newt antes de seguirle:
-¿Cosas que hacer? Vete con Alby, perra.
Thomas jamás había dicho esa palabra ni había oído que alguien la dijera pero sonó bien.
Así que con aquella descarada frase, se dio la media vuelta dejando a un muy ofendido Newt en la distancia.
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Amor Secreto
FanfictionThomas se encontraba tan desconcertado en el momento en el que escapó de la Caja, que no pudo admirar a Newt ni un segundo. Pero alguien dulce, tranquilo y poderoso, puede ser tan atractivo como un boleto fuera del laberinto.