LOS GUERREROS DEL ELYON

El camino de los ángeles Parte 2

Sariel, mirando a los cientos de ángeles, le dice: _ ¡Este lugar es llamado el camino de los ángeles.

Eluney_ ¿El camino de los ángeles? _ ¿Tienen un camino específico para llegar a la tierra?

Sariel _ ¡Si, por las Pléyades.

La joven, se queda pensando, luego una sonrisa brota de su rostro, y dice: _ ¡Cuando era niña, mi madre me hablaba del ángel de la guarda.

_ ¡Y me enseño una oración que tenía que repetir cada vez que me daba miedo.

Se queda pensando por unos segundos, y luego dice: _ ¡Creo que decía...

¡Ángel de la guarda, dulce compañía no me desampares ni de noche, ni de día hasta la hora de mi muerte... , ¡Y no me acuerdo que seguía.

El ser celestial sonríe, y le responde: _ ¡Si es una oración muy recurrente! _¡Sobre todo en los niños! _ ¡Pero la verdad, no es a los ángeles a quienes deben invocar en sus oraciones! _ ¡Si no, al Elyon! _ ¡Eterno y soberano. _¡Y Adón de todos los espíritus! _ Cuando dice El, inclina su rostro, y levanta su mano derecha.

_ ¡EL, envía a sus ángeles a favor de sus amados! _ ¡Pero nosotros, no estamos bajo autoridad de los hombres, si no, del Elyon.

Luego agrega _ ¿Entiendes bien esto? _ ¡No quiero que te confundas como muchos, que realizando rituales extraños, invocan nuestros nombres, creyendo que estamos para servir sus caprichos y encantamiento! _ ¡Y cuando hacen eso, solo atraen a demonios.

Ella, lo escucha atentamente, sin hablar.

Sariel _ ¡Para ganar esta batalla no debes desviarte.

Eluney_ ¿Desviarme? _ ¿Cómo me puedo desviar?

Sariel, pone la mano en su hombro, y le pregunta: _ ¿Escuchas el sonido del mar? _ ¿Quieres verlo?

Eluney _ ¡Si, quiero! _ ¡Pero, no logre llegar hasta él.

Sariel _ ¡Mira a tu izquierda _ Le dice, indicándole con el dedo.

La joven, ve el mar a solo metros de ella, se asombra, y exclama: _ ¡Yo no podía llegar.

Sariel _ ¡Ven caminemos! _ Y comienzan a caminar hacia el mar.

_ ¿Por qué? _ ¿Cuándo sentiste miedo, llamaste a Gavriel?

Eluney _ ¡Porque es el único ángel que conosco! _ ¡Por qué lo necesitaba.

Sariel _ ¡Al primero que debes recurrir es a El Elyon! _ ¡Y EL, te enviara al ángel, que necesites.

Cuando llegan a la orilla del mar Sariel, observa el amuleto que la joven, lleva colgado al cuello, ella lo mira, y luego toca su amuleto, mientras dice: _ ¡Es un atrapa sueños! _ ¡Me lo regalo una amiga.

El, se detiene frente a ella, y le dice _ ¡Se bien lo que es! _¡Y no debes llevarlo contigo.

Eluney _ ¿Por qué?

Sariel _ ¡Por que fueron hechos para cautivarlas almas.

La joven, escucha atentamente a Sariel _ ¡Te produce insomnio! _ ¡Sonambulismo! _ ¡Y perturban tu descanso! _ ¡Quítatelo.

Ella, lo mira algo preocupada.

Sariel _ ¡Quítatelo _ Insiste.

Eluney, se lo saca con cuidado, y se lo da al ángel, este lo arroja a dos metros de distancia, extiende la mano derecha, de la cual sale fuego, y quema el amuleto, de pronto del fuego sale una llama negra, con humo negro, y de este, la silueta de un demonio, que da un grito terrorífico y desgarrador, la joven mira asustada, y asombrada, el ser celestial, la mira, y le dice _ ¿Ves?

Luego agrega mientras ella, se acerca, y observa las cenizas que quedaron. _ ¡No debes tener miedo! _ ¡Solo quiero que sepas, por qué no debes usar ninguna clase de amuletos! _ ¡Talismanes!, ¡Ni péndulos! _ ¡Tú fuerza y fe, deben de estar en El Elyon! _ ¡Y en nadie más! _ ¿Entiendes?

Eluney _ ¡Sí, ¿Y los llamadores de ángeles?

Sariel _ ¡Nada de eso! _ ¡Solo atraen demonios.

Eluney _ ¡Jamás pensé que había algo demoníaco en eso.

Sariel _ ¡Mucha gente no lo sabe! _ ¡Los compran ignorando que fueron hechos con fines oscuros y maléficos! _ ¡Pacto de sacrificio, para cautivar almas, y para desviar y confundir a las personas! _ Responde el ángel,mientras comienza a caminar por la orilla del mar.

La joven, lo sigue, y camina a su lado en silencio, mientras caminan, ella observa su aspecto físico; casi dos metros de altura, cabello rubio, melena, ojos verdes, y de rasgos faciales, parecían ser asiático, pero lo que más llama su atención, es una luz en su frente, la cual era como el fulgor de una estrella.