Siguen caminando, y luego Sariel, se detiene, y dice _ ¡Llegamos.
La joven, mira a su alrededor, y solo ve dunas.
Eluney _ ¿A dónde llegamos?
Sariel _ ¡Mira hacia adelante! _
Eluney, fija su mirada hacia adelante, y observa, como poco a poco se forma una gran duna de arena de oro, y a unos cien metros, otra similar.
El ser celestial, la mira, y le dice: _ ¡Vamos.
Comienzan a subir la duna, y cuando llegan a la cima, observan un río cristalino entre las dos dunas, y en el fondo este parece tener piedras preciosas.
la joven queda atónita _ ¡Qué belleza! _Exclama, luego pregunta _ ¿Y ahora?
Sariel _ ¡Debemos llegar a la otra duna.
Eluney _ ¿Nadando?
Sariel _ ¿Tú quieres nadar? _ ¡Hazlo _ ¡Yo no! _ Responde, sonriendo.
Ella, se queda mirándolo en silencio por unos segundos, de pronto comienza a sentir un viento suave, que forma una pasarela de fuego, de una duna hacia la otra; cuando el fuego comienza a llegar a la duna, en la que se encuentran, siente miedo.
Sariel _ ¡No te asustes _ ¡No te quemará.
Comienzan a caminar sobre la pasarela, y la joven que camina adelante del ángel, atraviesa con sus brazos los lasos de fuego que sostienen la pasarela, mientras canta fascinada: _ ¡No me quemo!, ¡No me quemo.
Sariel, la observa, y sonríe.
Cuando llegan a la otra duna, aparece una puerta grande que se abre, ella mira al ángel, y él, le hace una seña para que entre, ella, obedece, al entrar, escucha el ruido de los herreros forjando las espadas.
Bajan por una escalera de hierro, Eluney, observa muchos hornos de barro, y a hombres (con túnicas blancas y rostros celestiales) que meten, y sacan del fuego, barras de acero, mientras cantan bellas canciones.
Sariel, y Eluney, caminar entre ellos, y estos, al verla, sonríen, la joven saluda sonriendo también.
Eluney _ ¿Cuántas horas al día, trabajan aquí?
Sariel _ ¡Todas las horas! _ ¡Infinitamente.
Ella, lo mira con la boca abierta, y vuelve a preguntar _ ¿Y por qué cantan, y sonríen tanto? _ ¡Si tienen que trabajar toda la vida, infinitamente? _ ¡Y no paran para descansar.
Sariel, suspira, y responde _ ¡Si los miras bien te darás cuenta de que no tienen un cuerpo físico! _ ¡Por eso no necesitan descansar.
Eluney, los observa de la cabeza a hacia abajo, se da cuenta que les falta algo, y exclama, poniendo las dos manos sobre su boca _ ¡No tienen pies! _ Luego acota _ ¡Claro son ángeles también! _ ¡Por eso sonríen todo el tiempo.
Sariel _ ¡No solamente por eso! _ ¡Si no, porque están trabajando para EL ELYON! _ ¡Y eso es un privilegio, que causa regocijo y alegría! _ ¡Además, son ángeles obreros! _ ¡Y se les ha encomendado un trabajo excelso, y de mucha responsabilidad!.
El ángel, le explica con mucho cuidado: _ ¡Ellos están forjando las armas para los guerreros! _ ¡El ejercito que luchara en la batalla final.
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LOS GUERREROS DEL ELYON
Science FictionEluney, es una adolescente de 16 años, como cualquier otra chica que vive su vida con los matices que proyecta la adolescencia; sueña, ríe, llora, se proyecta en el tiempo, aceptando lo bueno y lo no tan bueno. En fin es una chica común, hasta que d...