Cap. 24

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—Hola Roockie... —se levantó frotando un poco su rostro.

—Pensé que estabas en otro lado, pero veo que sigues sin separarte de él.

—No puedo hacerlo, además, me gusta sentirlo cerca.

El lobo se acercó un poco hasta estar cerca del azabache.

—Por cierto, ¿te notificaron que vine de visita? Es que no respondías.

—Tú tienes acceso gratis, por asi decirlo. Eres su mejor amigo y pues, creo que te ganaste ese derecho.

Se quedaron en silencio.

—Hace un momento tuvó actividad cerebral, es decir, fue consciente por un momento —el lobo lo miró asombrado—. Pero... no llegue a tiempo, para que él pudiera sentirme y que entienda que siempre estuve a su lado.

—Pues dicen que hay gente que si llega a escuchar cuando esta en coma. Talvez... solo talvez... supo que estabas cerca.

—Talvez, pero yo asoció eso al síndrome de cautiverio. Esta en coma, no paralítico.

—Pues será que vayas preparándote —el azabache lo miró confuso.

—¿A que te refieres con eso?

—Tuve un familiar en coma, y cuando despertó, la mitad de su cuerpo estaba paralítico, e incluso llegó a tener un leve retraso.

En vez de sentirse mejor, cada vez el miedo invadía su ser.

—Claro, eso es depende en donde fue el golpe y la gravedad de todo. Ese familiar se pusó asi por un accidente en obra, se golpeó fuertemente la cabeza y término así.

—¿Cómo se encuentra ahora? —curioso y preocupado.

—Costó tiempo, pero mejoró, aunque actualmente tiene secuelas. Lo bueno es que se recupero en gran parte.

—¿Tú crees que Sonic...?

—Lo dudó, el golpe fue en su pecho, pero no creo que le pasé lo mismo como a mi familiar.

Se alivió un poco tras escuchar esas palabras, lo menos que quería era que el cobalto pierda varias de sus capacidades.

—¿Tú como estás? Me contaron que eres como un fantasma en este hospital.

—La verdad es que si, los primeros días todos me miraban raro, pues estoy muerto en vida, y ahora, ya es algo normal que incluso algunos me saludan.

Sonrió leve, sin dejar de observar al cobalto, y aún, sosteniendo su mano.

—Ese familiar tuyo, ¿cuánto tiempo estuvo sin despertar?

—No te lo diré.

—¿Por qué?

—Porque si te lo digo, tendrás miedo y angustia. Lo hago por tu paz mental.

Hay puertas que es mejor no abrirlas, y el azabache ya no preguntó después.

Roockie hizo una visita breve, por lo que se fue unos minutos después.

El azabache volvió a recostarse cerca del cobalto, esperando con ansias voñver a ver sus ojos, su sonrisa, su voz.

Tratar de recuperar el tiempo perdido.

Entonces sacó su laptop, y empezó a averiguar que sucede normalmente cuando una persona despierta del coma. Es decir, algunos daños que afectarían su vida.

Incluso salió de la habitación para consultar a algunos doctores y fisioterapeutas sobre que pasaría si el cobalto presentará alguna parálisis y problemas.

•Hasta El Fin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora