•Hasta El Fin•

Cap. 14

El azabache había sido llamado por Ela para que vaya a ver a Emma. Estaba en su hogar alistandose para ir a ver a la pequeña.

Salió.

El azabache ya estaba cerca de aquella casa, apenas tocó la puerta fue recibido por Manic.

—Hola Shadow, pasa —se hizo a un lado e ingresó adentro.

—¿Esta Ela? —preguntó preocupado.

—Por suerte no. Acaba de salir dizque tenía algo que resolver, pero Emma esta en su cuna. Mi mamá esta allí.

—Gracias, ya voy para allá.

El azabache subió por las escaleras y tocó la puerta antes de entrar. Espero unos segundos y entró.

Allí vio al eriza mayor cargando a la pequeña en sus brazos. Estaba dormida.

—Hola Alenna —habló en un susurró, para no despertar a la niña.

—Hola Shadow, ¿como estás? —también respondió en un susurró.

—Más o menos.

—Ya veo.

Aleena se acercó al azabache y le entregó a la bebé.

—Vendré después.

Shadow se quedó con la pequeña en sus brazos, esta no hacía ningún movimiento. Estaba hundida en sus sueños.

Posteriormente el azabache la pusó dedicadamente en su cuna. Sacó su celular y sacó una foto de ella, en donde se podía ver cada facción de ella.

Apesar de solo tener dos meses, sus rasgos ya salían. Es decir, dentro de poco se podría ver a quién se parece o, que obtuvo de los dos.

Se quedó allí observando a la pequeña.

—Ojalá fueras de Sonic...

[...]

El cobalto había salido a hacer unas compras, almenos así se entretenía. Decidió ir caminando para poder mirar algunos lindos paisajes.

Llegó al pequeño cuarto que estuvo alquilando con sus compras. Pusó las bolsas a un costado para sacar sus llaves e ingresar. No espero que alguien lo llamará a su detrás.

Se molestó cuando reconoció a aquella voz.

—Dime Sonic, ¿que se siente que Shadow este cuidando de mi hija ahora?

Suspiró fastidiado.

—No se que quieres o que haces aquí. Pero por favor no molestes.

Ela se le acercó hasta estar a un distancia algo considerable.

—¿No te das cuenta que apenas bajes la guardia, Shadow te dejará por mí?

Volteó.

—Mira Ela, ya no me importa lo que digas o lo que tu mente loca tiene, pero digas lo que digas no pasará. ¿En serio piensas que Shadow irá contigo solo por que lo ataste a tí?

—¡Cállate! —alterada—. Shadow se dará cuenta que ¡Yo! soy lo que necesita en su vida, yo le di una hija Sonic, ¿tú que le diste? Solo le diste pena.

Recibió una cachetada.

—Ya nada de lo que me digas me afecta. Acepta la realidad, Shadow no te ama.

—Me amará, por que yo soy la madre de su hija.

—Y yo soy su esposo.

Elevó su mano demostrando su anillo de matrimonio, no se lo quitó en todo ese tiempo lejos de él. Ela simplemente vio como aquella joya resplandecia en la mano del cobalto, miró de reojo su mano, y no tenía eso.