Cap. 10

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El azabache estaba en su sala cómo siempre, ya tenía dolor de espalda por no moverse de alli, es más, desde que Sonic se fue no volvió a dormir en su cama.

Escuchó el sonido de la puerta de su hogar. Obviamente se acercó y vio que le llegó otra carta.

Pero apenas al ver que se trataba de la notaría empezó a asustarse.

Rápidamente lo abrió y no podía creer que era lo que tenía en sus ojos.

Eran los papeles de divorcio.

Y para empeorar las cosas, ya estaban firmadas por el cobalto, dando a entender que quería separarse.

—No, porfavor, no...

Dejó el papel y quiso golpear de inmediatamente la pared, lo malo es que por su tristeza estaba cegado. Quiso golpear un muro, pero a cambió se cortó la mano con uno de los cajones cercanos.

Se quejó al ver que salía sangre y fue a curarsela y posteriormente vendarla.

Escuchó el sonido de su puerta. Se acercó para ver quien era y obviamente mostró su molestía.

—¿Qué es lo que quieres Ela?

—En todo este tiempo pensé que me hablarías o me buscarías para saber sobre mi estado. Pero veo que no —angustiada.

—¿Tú que pensabas? Me jodiste la vida, ¿y pensaste que después de lo que hiciste  correría a tí?

—¡Si pues eso es lo que quería! —molesta—, Shadow, entiéndeme yo te quiero.

Intentó acercarse pero fue empujada ligeramente.

—¡Estás mal de la cabeza! Quieres dinero, dime cuánto quieres y te alejas de mi vida.

—¡Yo no quiero dinero! —siguió acercándose—, yo te quiero a tí, quiero que me hagas feliz, a mí y a nuestro bebé, por favor.

—Alejaté Ela —apartandola—, ¡me drogaste y abusaste de mí! ¿¡En serio creíste que olvide eso!?

—¿Y eso que? ¡No importa a quién se lo digas Shadow, nadie te va a creer! Admito que te drogue, admito que abuse de tí y te hice pasar como un insinuandor, ¡tambien admito que use las inseguridades de Sonic para alejarlo y qie desconfiara de tí!... pero fue por amor... yo te voy a dar lo que Sonic no puede... por eso hice todo esto...

Trató de acercarse, pero él se apartó.

—Vete, no te quiero ver cerca de aqui, y mucho menos cerca de Sonic, ¿entendiste? Él ya tiene bastantes problemas.

—Yo solo lo hice por que te amo...

Ela por fin se fue y el azabache ingresó a su hogar. Cerró la puerta con enojo y suspiró frustrado. Talvez ella tenía razón al decir que nadie le creería.

—Las cámaras...

Corrió hasta su oficina, y encendió la computadora que tenía.

—Por favor, dime que aun funcionan...

Hace tiempo atrás, unos ladrones entraron a su hogar, por lo tanto Sonic y Shadow decidieron instalar cámaras. Con audio y video. Pero como se dijo, fue tiempo atrás.

No sabía si funcionaba aún.

Podría ser la única forma para que el cobalto le crea, y poder limpiar su nombre.

—Aquí esta... —reproducio lo mencionado y todo se veía y se miraba con claridad.

Ahora solo necesitaba descubrir que fue lo que ella usó.

•Hasta El Fin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora