Cap. 28

466 102 57
                                    

2 meses después...

Se ponía en posición mientras se aseguraba de que todo esta bien, llovia un poco, pero eso no impediría lo que espero hacer por mucho.

Espero unos segundos y se dio marcha a trotar, ha practicado bastante para hacerlo por su cuenta, aunque se dio cuenta que perdió rendimiento. Estaba más que feliz al saber que aun podía.

Posterior a ello, empezó a aumentar la velocidad, empezando a correr con fuerza, tal vez no como cuando era joven, pero lo que le importaba, era que se había recuperado.

No dejaba de correr y para descansar trotaba, aunque también tomaba sus descansos para recuperar fuerzas.

En su rostro se mostraba la emoción, e incluso soltaba lágrimas.

Pasó toda la mañana corriendo, para evitar llegar a su casa, quería darle una sorpresa a su esposo. Solo hacía tiempo para cuando este llegará.

Incluso para reirse un poco de él, pasó por el edificio de la empresa, y se pusó cerca de su oficina, espero a que este apareciera en la ventana.

Sacó su celular y tomó una foto, él sonreía mientras que el azabache no sabía que su esposo estaba allí.

Guardó su celular y esperaba a que su esposo saliera para el parqueo. Quería seguir sacándose fotos con él.

Justo él llamaba.

Trató de sonar convincente.

—Hola Shadow, ¿pasa algo? —aguantando la risa.

Hola, pues solo te avisaba que ya saldré del trabajo.

Perfecto, te espero, por cierto, podemos pedir comida, es que me levanté tarde, tomé una ducha y limpié un poco, así que por eso preguntó.

Si, no hay problema, yo compraré comida, tú solo quédate en casa. No te preocupes.

Esta bien amor, gracias.

Reía en bajito, pero no era lo suficientemente cauteloso. Atraendo la curiosidad de su esposo.

¿Y esas risitas qué? —pícaro.

No es nada, solo río, ¿o que? ¿Tengo prohibido reir?

Te conozco, y se que esas risitas me dicen que me ocultas o tramas algo.

—Bueno, me atrapaste. Lo sabrás cuando llegues a casa.

—Haré lo posible para llegar pronto. Tengo curiosidad —coqueto.

—Okey, te espero, amor.

Colgó la llamada liberando la risa en silencio, pues no quería ser atrapado por su esposo. Se acercó al estacionamiento, y vio cuando el azabache salió para dirigirse al vehículo.

Él aprovecho, sacó fotos de él y su esposo en el fondo.

Trataba de no reir fuerte, o seria atrapado y arruinaría la sorpresa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•Hasta El Fin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora