Cap. 5

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Años atrás...

Narra Shadow.

Antes de que yo llegará al hospital, pusieron a Sonic en una camilla, pudieron detener el sangrado y de inmediato le hicieron una ecografía. Y en la pantalla pudieron ver lo que serían malas noticias.

La placenta se habia desprendido antes de lo debido.

Hicieron los análisis de forma inmediata y se dio a entender que mi bebita, mi pequeña María había fallecido.

Por lo que tuvieron que adelantar el parto. Ya que la placenta se había desprendido en su totalidad.

Yo llegué después de ello.

Cuando entre a la sala vi a mi Sonic totalmente destruido, se enteró allí adentro cuando no se escucharon los latidos de mi pequeña.

Lo único que pude hacer era abrazarlo.

Pero los dolores que sentía eran fuertes, solo se quejaba del dolor.

Así que prepararon todo para el parto prematuro. Sería un parto normal, no por cesárea, ya que estabamos en la semana 28.

Todo el tiempo no me separé de él, estuve a su lado en el momento en que empezó a parir. Fui su apoyo todo el tiempo, nunca solté su mano y le daba caricias en su cabeza para que se sintiera seguro.

Fue una sensación horrible, ¿por qué?, Sonic estaba dando a luz a nuestra pequeña sabiendo que después no estaría en nuestros brazos.

—Vamos Sonic, tu puedes, solo un poco más —le daba caricias en la frente para que pueda tener las fuerzas de seguir pujando.

—No puedo Shadow —hablaba adolorido—, no quiero.

—Por favor hermoso, solo un poco —le hablé con mucha calma. Para poder transmitirsela.

—¿Qué sentido tiene Shadow? —adolorido—, ¿que sentido tiene seguir pujando cuando ambos sabemos que no la tendremos?

Sostenía mi mano con fuerza, mientras aún sufría.

—Por favor amor, hazlo por ella. Por tu vida, por favor —supliqué para que entrará en razón.

Él me miro destrozado y después siguió pujando. Hasta que por fin nació. La pusieron de forma inmediata en el adbomen de Sonic, pero fue inevitable soltar lágrimas.

Rogabamos para que todo sea un sueño.

Pedíamos a un ser de allá arriba que la traiga devuelta, queríamos escucharla llorar.

Rogabamos para que los médicos estuvieran equivocados, y dijeran que era un milagro.

Pero después todo se volvió en una pesadilla.

Cortaron el cordón umbilical y se la llevaron.

Tenían que darle la limpieza a ella como a Sonic, pero después todo se volvió peor.

—¡Esta perdiendo sangre! —gritó uno de los enfermeros.

Me asusté y dirigí mi mirada a Sonic y lo veía perderse.

—¿Sonic?

Su mano dejaba de tener presión sobre la mia, y eso me aterrorizaba. Lo veia tratando de respirar, asi también tratando de mantenerse consciente.

—¡Sonic! ¿¡Me escuchas!? ¡Sonic, por favor! ¡No cierres lo ojos!

Era inevitable.

—¡Por favor Sonic! ¡No me hagas esto!

•Hasta El Fin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora