CAPITULO 28

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≈•HyukJae•≈

Cuando DongHae salió de la habitación un silencio horrible se ha apoderado de esta.
Me sentía un completo idiota, no, eso no era, esa no era la forma en la que me sentía, me sentía como un maldito y pútrido pedazo de mierda.

-Soy tan miserable- comente a nadie en particular mas que a mí. DongHae... Hae... su nombre retumbaba en mis oídos, sus hermosos ojos cafés, su cabello y el delicioso y adictivo aroma que este desprendía, su piel tersa y suave, su cuerpo, su amable corazón y su dulzura.
Como pude ser tan imbécil para hacerle daño de esa manera.

-Con su permiso amo- se escucho la voz de una mujer bastante mayor desde el otro lado de la puerta.

-Adelante- respondí de inmediato mientras me acomodaba perezoso en la cama.

-Muy buenas noches. Disculpe que le venga a interrumpir su sueño a esta hora de la noche, pero la señorita Park ha llamado y le dejo un recado- suspire exasperado y la mujer mayor seguía de pie en el umbral de la puerta.

-y que a dicho ella?- pregunte indiferente sin mirar a la anciana. Una mujer de carácter cálido, cabello negro ya algo ocultado por algunos mechones blanquecinos, sus ojos grises y arrugados, sus mejillas sonrosadas y sus labios de un suave color rojo artificial, las comisuras de sus labios ya arrugadas estaban curvadas en una sonrisa tierna y generosa, la mujer que a sido muy semejante a una madre para mi.

-Buena ella esta de camino para acá- dijo la mujer algo tensa, algo mas pasaba por su cabeza en este momento, apretó la mandíbula y hablo. -Que ha pasado con el jefe de servicio?- pregunto de repente. Suspire sin poder dar como caso omiso aquella pequeña discusión con SungMin.

-SungMin ya no trabajara aquí mas- dije con voz fría, por el rabillo del ojo aprecie como la mujer encogía su cuerpo y hacia una reverencia.

-Me retiró- dijo, y sin antes poder responderle salió de la habitación cerrando la puerta tras su cuerpo.

Apoye los codos en las rodillas y me lleve ambas manos a la cabeza frustrado, suspire exasperado y me he recostado nuevamente en la cama.

El dinero en la cuenta de DongHae será suficiente?...
Soy un asco, por mi culpa el esta pasando todo esto, lo amo demasiado como para verle sufrir por mi culpa. Lo mejor es... Que se mantenga lejos de mi y mi vida.

-Hae...- he murmurado en la soledad de la habitación. Cerré los ojos por lo que parecían breves segundos.

Al abrir los ojos debido a una molesta luz algo me aplastaba el pecho. He sonreído medio dormido pensando que el calor que desprendía aquel cuerpo era de la persona que mas deseaba tener en estos momentos a mi lado.

Me removí y al hacerlo la persona que estaba junto a mi lanzo un quejido y se dio la vuelta dándome la espalda.
Sus largos cabellos castaños me hacían cosquillas en la mejilla.
Que...!?... Cabello de m-mujer!?.

De un brinco me sente en la cama logrando despertar a la mujer por mi violenta acción.

-Buenos días, Hyukkie- sus ojos grandes eran de un extraño color mezclado entre verdes y marrones. Su cabello era castaño pero tenia unos mechones rubios, teñidos claramente, sus pestañas negras y largas y sus labios de un fuerte color rojo.

-Que haces tu aquí?- dije algo molesto ganándome una mirada afligida fingida.

-Que malo eres con tu futura esposa- dijo haciendo un puchero y poniendo ojos de cachorro. Bufé y me lleve a la cara una de mis manos.

-Claro...- dije de forma irónica.
El resto de mi vida será una maldita mierda.

-Futura Lee Sun-Hee, quien lo diría, suena muy bien- me recosté en la cama mirando al techo.

Lee DongHae, es el único nombre que suena mejor que ningún otro.



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Solo vengo a decir que estamos en la recta final de esta historia ✨

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