≈•DongHae•≈
Ya a pasado una semana desde aquel incidente. SungMin y yo ya teníamos trabajo, hay que admitir que todo se debe a KyuHyun.
El insistía en que trabajásemos en uno de sus restaurantes como meseros pero SungMin se negó rotundamente. En fin, su prima, una chica que estaba loca por ver bien pegados a SungMin y a KyuHyun, a dicho que estaría encantada de tenernos trabajando en su bar-café, de día una animada cafetería y bastante frecuentada por estudiantes, desde las 9:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, era una cafetería familiar, postres y cosas deliciosas. Desde las 6:30 de la tarde hasta las 12:00 de la noche era un Bar de muy buena fama, y también muy frecuentado como este mismo.
Mujeres y hombres muy bien vestidos, chicas delgadas y con la cara repleta de maquillaje pero bastante atractivas. Hombres altos y fuertes bastante guapos y claramente adinerados.
De momento no había tenido problemas con nadie de la cafetería o durante la noche en el bar.
Yo trabajaba medio turno en la cafetería y en el Bar, y SungMin trabajaba los turnos restantes.
Desgraciadamente no estábamos en la misma hora lo que me llevo a hacer un nuevo amigo.
RyeoWook era un muchacho muy agradable. Era un poco mas bajo que yo a pesar de ser mayor tenia un aspecto muy infantil, tenia los ojos de un color chocolate oscuro y su cabello era de color azul, si, se ha colorado el cabello azul oscuro, el color se le distingue poco, pero cuando es reflejado por el sol parece un verdadero faro, aun así su cabello pinta con el y se ve bastante lindo.-Hora del descanso!- grito Lou, la prima de KyuHyun llamada Louisa–, desde su oficina. -y también del cambio de turnos!- volvió asomando la cabeza por la puerta de la oficina.
RyeoWook y yo estábamos de turno en las primeras horas de la cafetería y del Bar, SungMin y Annia en los segundos turnos.
-Nos vamos?- pregunto RyeoWook asomando la cabeza al despacho donde guardábamos las pertenencias, que era donde yo me encontraba en ese momento.
-Si. Solo estaba ordenando y buscando mi billetera- mentí.
La verdad es que a penas entre al despacho comencé a llorar, ordene unas cosas tratando de calmarme y funcionó. -ya voy, espera un momento- le dije en la escasa luz de la habitación, cuanto agradecía que Annia no arreglara el foco de la habitación aun. El de cabello azul cerro la puerta a regaña dientes, tras fregar mis ojos con las mangas de mi sudadera negra tratando de eliminar la hinchazón de estos suspire hondo repitiendo en mi cabeza.-Respira, ya va una semana, no seas imbécil DongHae, debes superarlo de una maldita vez- inhale y exhale, y por fin me calme.
Tome mi billetera de mi casillero y me la metí en la cartera de los vaqueros negros.-Vamos- dije a RyeoWook que me miro tratando de descifrar algo al escuchar mi voz débil y quebradiza.
Mientras Caminábamos por la calles rumbo al departamento de KyuHyun no lo soportó mas y preguntó.-Cuando me dirás por que lloras siempre que estas a solas?- sus ojos curioso me miraron de pies a cabeza, yo sólo me limite a soltar ese aire que llevaba dentro desde la mañana, aun aire que me oprimía el pecho y no me dejaba respirar con normalidad.
-Es algo... Complicado- dije desviando mi mirada de las mas baja que me miraba con curiosidad.
-Por favor- rogó juntando ambas manos y arrodillado en el asfalto.
-Ya levanta- pedí exaltado mientras miraba de reojo como las personas que transitaban por el lugar nos dirigían sus miradas inquisidoras pensando quien sabe que.
-Dimeee!- dijo casi gritando alargando mas la frase de lo normal. Hizo un puchero y puso ojitos de cachorrito. Negué con la cabeza divertido y le jale del brazo para levantarlo del suelo.
-Esta bien, pero no hagas eso nunca mas- dije con el ceño fruncido y el solo dio saltitos de alegría mientras me agarraba del brazo.
·
Ya íbamos a medio camino, pasando por una plaza por la cual no habían muchas personas circulando.
Llevaba a RyeoWook literalmente colgando de mi cuello, el sol brillaba en lo mas alto y ya algo cansado y acalorado junto a el peliazul nos sentamos bajo un gran árbol de cerezos, sus pétalos rosa caían sobre el banco y no muy lejos había un llamativo carrito de helados.-Eh, Hae quiero un helado- dijo haciendo un puchero y jalando mi sudadera.
-Y?... Ve y compra uno- dije en un tono indiferente fingido, tratando no reír.
-No seas malo- dijo chillando infantilmente. -Hae... Hae...- repetía logrando hacerme sonreír por sus niñerías.
-Ya deja!, no te lo comprare- dije rodando los ojos y el sólo bufo.
-Si no lo haces te besaré- me amenazo en tono burlón. Abrí los ojos como platos poniéndome rojo de la vergüenza.
-No lo harías- dije dudando de mis propias palabras.
-Pruébame- dijo en tono burlón haciendo que mi ceja se alzara en tic.
-no lo haré- me cruce de brazos. El tomo mi rostro entre sus manos suaves y me miro fijamente a los ojos. A lo lejos tras su cabellera azul en un intento de desviar mi mirada note que un vehículo negro muy familiar estaba estacionado al costado de la acera, la ventanilla abajo y un hombre al que apenas sus cabellos castaños se divisaban claros por el reflejo del sol.
Automáticamente pensé en HyukJae, mis ojos se llenaron de lágrimas pero no se dignaron a derramar ni una gota, al centrar nuevamente mi atención en RyeoWook este ya estaba casi sobre mis labios, su respiración se mezclaba en un intento de unirnos y de un momento a otro reaccione con el corazón latiendo a mil por hora.-T-te compare t-tu helado mocoso!- dije tan rápido como me pudieron salir aquellas palabras.
-Si!- dijo RyeoWook mientras se levantaba dando saltitos de alegría.
Caminando al carrito de helados mi mirada no se despegaba del automóvil negro, cada vez estábamos mas cerca de el a medida que avanzamos a el heladero. De pronto mi brazo fue apresado por RyeoWook que lo pego a su pecho, le mire frunciendo el ceño pero mi mueca se ablando al ver su mirada llena de felicidad, era un chico muy mono y lindo.
Mi vista volvió al vehículo y este subió la ventanilla por la que salían esos mechones castaños y arranco podría decirse que desesperado por abandonar aquel lugar.-Esta rico?- pregunte al chico que caminaba agarrando mi mano mientras que con la libre agarraba la paleta helada lamiéndole cada borde para no chorrear.
-Si, muchas gracias cariño- dijo en tono burlón y perverso mientras yo solo me límite a reír.
Una ves dentro del departamento me arrastró a mi habitación y me sentó en la cama y el se sentó en la alfombra frente a mi, relamiéndose los dedos para probar los restos de helado que habían quedado en estos.
-Y bien, soy todo oídos- dijo.
Sería el momento de contarle aquella desgracia, aquel momento en el que mi corazón se partió en dos. La razón por la que lloraba cada que tenia oportunidad.゚+*:;;:* *:;;:*+゚゚+*:;;:* *:;;:*+゚゚+*:;;:* *:;;:*+゚
Tenemos nuevo personaje y tal vez sea de ayuda o no....👀
L@s quiero 💖
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AUCTION
FanfictionEsta es una adaptación a mi pareja favorita Eunhae. Todos los créditos a su respectiva autora.