CAPITULO 4

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—No parece que estén haciendo mucho — dijo Shisui mirando desde el ventanal de su habitación el enorme jardín paradisíaco que tenían en el primer piso que da hacia la entrada del recinto.

—Estemos atentos — pidió Itachi

—Podemos ¿Estar atentos en los baños termales? — pregunto el mayor sonriendo incitante.

—No Sui, no estamos de vacaciones estamos aquí para atrapar a Yahiko y Gaara. Ellos son los responsables de los asesinatos estoy seguro.

—Tachi , apaga la luz y acércate. —

—¿Qué? ¿Por qué? No voy a caer, la última vez que hiciste algo así … —

—Tachi esto es enserio acabo de ver a alguien muy sospechoso.

Itachi realizó lo sugerido por Shisui y se acercó colocándose a su lado mirando por el ventanal.

—No lo había visto antes, ni durante el recorrido en el templo — dijo Itachi observando minuciosamente al extraño.

—Lo sé, además que ya volteo unas tres veces a asegurarse qué nadie lo mire. —

—Va a salir. Lo seguiremos –—

—Tachi pero…—

—Date prisa Sui— dijo Itachi con las llaves en las manos después de colocarse los zapatos con premura y salir corriendo de la habitación, Shisui lo siguió y salieron del templo.

La avenida estaba solitaria, la noche fresca y el viento golpeaba en el rostro de los dos chicos que miraban desde la esquina la silueta del Damanhurista que miraba para todos lados esperando no ser visto para luego seguir avanzando en la oscuridad que lo envolvía.

—hay que seguirlo — dijo Itachi

—De acuerdo —

Con sigilo avanzaron hacia la siguiente esquina aquella donde vieron dar vuelta al sospechoso y al llegar a ella lo vieron detenido frente a un árbol mirando hacia esa esquina de dónde ellos salían. La mirada de Itachi se cruzó con los dorados ojos de aquel sujeto extraño que al verlo de arriba abajo comenzó a correr alejándose de ellos.

—¡Vamos Sui! —pidió Itachi corriendo detrás de él.

—Demonios Tachi espera…—pedía el mayor corriendo tras él a la velocidad que sus piernas le permitían.

—Date prisa, ¡no podemos perderlo!

El sospechoso corría de forma astuta entre las calles, atravesó un jardín enlodado, Itachi casi cae al resbalarse con el barro, sin embargo se detuvo de un tronco y siguió la persecución, Shisui corría detrás de él mientras le insistía que parará.

El extraño sujeto salto una malla para entrar a un vecindario privado. Itachi la salto de la misma manera con agilidad, está vez estaba muy cerca de alcanzarlo.

—¡Tachi! — escucho el grito de Shisui mientras se alejaba.— ¡Iré por el coche no sigas corriendo! – le advirtió el mayor con el tono de voz más alto que pudo a pesar de su sofoco mientras se alejaba regresando sobre sus pasos a buscar el coche.

Itachi por fin quedó detrás del misterioso sujeto y se lanzó encima de él, dejándolo tirado en el suelo cara al piso, se sentó sobre él para someterlo.

—¡¿Quién eres?! Y ¿A dónde te diriges? — pregunto Itachi mientras pasaba sus manos por su pantalón dándose cuenta que no llevaba esposas para inmovilizarlo. Por lo que lo giro cara arriba y colocó sus manos por encima de la cabeza del sujeto sosteniéndolas firmemente de las muñecas, mientras con su otra mano hurgaba los bolsillos del sospechoso.

El pálido sujeto lo miraba con fascinación mientras Itachi buscaba en cada espacio de la ropa del Damanhurista.

—No te repetiré  la pregunta una vez más así que responde  ¿Quién eres? – insistió Itachi.

—En Damanhur me conocen como Orochimaru mi dogma es la serpiente. Es un gusto conocerle, mire esos rasgos tan finos que delinean su rostro, tiene una anatomía interesante —dijo el sujeto lamiendo sus labios con su larga lengua.

—¿Quién demonios es usted? ¿Un pervertido de esa secta? —

— Damanhur no es una secta, mi querido desconocido. —

—Soy Uchiha Itachi agente de la policía de Georgia, Atlanta. Y las pistas de un asesinato doble nos han dirigido directo a su secta. —

—Lamento informarle oficial, que si cree que su sospechoso es un Damanhurista está muy equivocado. Esos sujetos no salen del templo desde hace más de dos años. —

—No puedo creer en su palabra, menos cuando huyó de nosotros de esa manera. ¿A dónde se dirige? Y ¿Por qué salió corriendo tan apresuradamente?

— Ingresé a Damanhur por qué es la fachada perfecta para seguir haciendo mis experimentos que cabe mencionar están fuera de la ley. —dijo Orochimaru mirando aún a Itachi con la misma expresión sugerente — ¿Me llevará tras las rejas señor oficial?

—Eres un cerdo. Responde mis preguntas únicamente. ¿a dónde te dirigías?

— A mi guarida secreta. Un laboratorio subterráneo no muy lejos de aquí.

El sonido del derrape de unas llantas hizo voltear a ambos, era la patrulla .

—¡Tachi!¿Estás bien? — pregunto bajando con premura para acercarse a él.

—Si descuida Sui, — respondió Itachi levantándose.

—Llevemos a este tipo a su guarida. Veremos si encontramos algo para detenerlos de una vez por todas. Me estoy hartando de los Damanhuristas.

Shisui asintió con la cabeza y ayudo a Itachi a subir al sujeto a la patrulla. En la parte trasera le colocaron un par de esposas que llevaban en ella e Itachi se dispuso a ir vigilándolo mientras Shisui manejaba en la dirección indicada por el sujeto.

Llegaron al lugar que parecía una bodega abandonada.

—Es aquí — indicó Orochimaru.

Los oficiales se miraron y bajaron con cierta desconfianza. Tomaron a Orochimaru y aún esposado lo colocaron frente a la bodega.

—¿Cómo abrimos? — pregunto Shisui.

—Las llaves las tiene tu compañero, las saco de mi bolsa cuando me atacó.— dijo Orochimaru.

Itachi saco el juego de llaves que había confiscado al extraño sujeto y abrió el candado  para luego entrar al oscuro y frío lugar.

—A la derecha encontrarán el interruptor para encender las luces es la primera y la segunda. — les indico y Shisui encendió las luces, el lugar se alumbró rápidamente dejando ver un laboratorio con mucha más tecnología de la que hubieran esperado.

ALDORA (AU) ShiItaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora