El amor y el perfect timing eran dos cosas en las que no creía.
El amor consiste en caminar hasta el borde del acantilado y dar el salto juntas.
El tiempo nunca estuvo de nuestro lado.
Mi primer error fue besarme con mi mejor amiga.
El segundo llegó...
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ENGFA
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PASADO
—Entonces, obtienes ese bronceado perfecto por tu abuela, ¿eh? — Preguntó Charlotte mientras se acercaba a mí.
Estaba de pie en la zona boscosa del césped junto a la hoguera, que era donde solía pasar el rato durante fiestas como estas. Esta noche era la fiesta de cumpleaños de mi abuela y mis hermanos habían salido de la ciudad, algo que habían planeado antes de que mamá planeara esta fiesta, y aunque definitivamente pensé que estaría sola, la presencia de Charlotte me hizo sentir mareada, sin embargo, no fue solo porque no quería aburrirme y estar sola.
—Supongo que sí. ¿Nunca la habías visto antes? — Sonreí cuando respondí a su pregunta, metiéndome el pelo detrás de la oreja. —Podría haber jurado que ya la conocías—.
—Nunca tuve el placer. Ella debe viajar mucho.
—Ella viaja de ida y vuelta a Francia. Mi abuelo le dejó un Château.
—¿Es por eso que estuviste en Francia el verano pasado?—
—Si. — Asentí, esperando que la oscuridad y mi tez fueran suficientes para ocultar mi rubor.
Mi corazón no había logrado contenerse desde el momento en que entró por la puerta, y no importaba cuánto me dijera que era porque me había aburrido hasta que ella llegó aquí. La verdad era que me había enamorado de ella hace bastante tiempo. Podría decir prácticamente todo sobre ella, desde las manchas grises en sus ojos hasta donde se sentaba en el timonel durante las competencias de remo.
Sabía de su condición y todo lo que implicaba, lo que había vivido por eso. Aun así, solo éramos amigas. Solo amigas. Era más amiga de Fede que mía. Siempre me recordaba esto cada vez que pasaba por mí en los pasillos y guiñaba un ojo y mis amigas daban gritos y se ponían como locas.
Era un año mayor que yo, pero aun así logré llevar dos clases de AP (programa avanzado) en las que estaba. Gracias a la vida por pequeños milagros como pequeñas escuelas privadas con AP limitado. Yo era la única de tercer año en una clase con tres personas mayores. También la única estudiante de tercer año en la escuela que se graduaría antes del resto de la clase y comenzaría la universidad un semestre antes.
Normalmente, Charlotte salía con Fede y Sam. Esta noche, nuestros hermanos no estaban cerca para amortiguar nuestras interacciones. Natalia estaba fuera explorando universidades; Fede se había ido con ella. Samuel estaba de viaje con su novia.
Eso nos dejó a Charlotte y a mí solas en el bosque, literalmente. Habría jurado que estaría en la fiesta de Emma Rodríguez, su rumoreada novia, a quien quería odiar tanto, pero era demasiado amable como para justificar esos sentimientos. Fue estúpido para mí odiarla en absoluto. No era como si Charlotte tuviera chicas alrededor. Era el tipo de persona que tenía una nueva novia o una amiga para coger o alguien que le hacía compañía cada par de semanas. Samuel dijo que se aburrió rápidamente. Pensé que no había conocido a la chica correcta, y eso me incluía. No era lo suficientemente ingenua como para pensar que sería yo quien domaría a la bestia dentro de ella. Ni siquiera había pensado en intentarlo.
