CAPÍTULO CATORCE

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ENGFA

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ENGFA

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—Hay una fiesta de la oficina este sábado —, dijo Sam.

Estábamos acostados en las tumbonas junto a mi piscina. Me estaba bronceando, él estaba leyendo. No estaba segura qué. Si tuviera que adivinar sería lo último del autor Dennis Lehane. Me volteé sobre mi estómago para broncearme la espalda.

—¿Y me estás diciendo esto por qué?—

—Porque ahora eres parte de la empresa y deberías venir—.

Me burlé. —Solo estaré ahí por dos semanas. Eso apenas me hace parte de la compañía.

Además, todavía no había superado la idea de que lo estaban dividiendo o que Waraha Industries les pertenecía. Sin embargo, no le diría esto a Sam, porque lo quería y no quería hacerlo sentir mal.

—Bien—, dijo. —Quiero que vengas conmigo. Mis dos padres estarán allí, y tengo la sensación de que aprovecharán la oportunidad para informar a todos sobre lo que está sucediendo.

—Y necesitas que te tome de la mano.

—Eso estaría bien.

Fruncí el ceño, girándome de costado y arreglando mi blusa para no mostrarle. —Estas hablando en serio.

—Lo estoy. — Echó un vistazo al libro en sus manos. —Si realmente no quieres ir, está bien. Supuse que probablemente estabas libre de todos modos.

—¿Es súper elegante?

—Realmente no. Vestimenta de cóctel. Pequeño vestido negro y todo eso. —Él sonrió. Era muy similar a la de su hermana. Una sonrisa espectacular, y Samuel tenía un hoyuelo para arrancar. Me senté

—Esta bien. Iré.

—Suenas menos que emocionada por esto.

—Bueno, no quiero ir, pero ya me llamaste perdedora por no tener planes, y ahora siento que necesito ir para tomar tu mano.

Soltó otra carcajada y volvió a su libro, pero aún no había terminado la conversación.

—¿Por qué no tienes una cita?

—Tengo la fiesta, y la chica que estoy viendo no está lista para conocer a mis padres.

—Tu madre es un buitre. No le presentaría a ninguna chica.

Echó un vistazo a su libro de bolsillo. —Ella te tiene tan mal, ¿eh?

Me encogí de hombros, volví a caer sobre mi espalda y puse un brazo sobre mis ojos.

—Sabes que tiene una forma retorcida de decirle a la gente que los quiere, ¿verdad?

—Si esa era su forma de decirme que me amaba, ni siquiera puedo imaginar cómo debe sonar el odio saliendo de sus labios

Entonces Estabas Tu ❧ Englot G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora