Si una rosa te mirase, tendría mucho que envidiar.
Tus colores despampanantes la superan en creces, tu fragancia más dulce.
La rosa te envidia.
Por ser bella, frágil y fuerte.
Ante la tormenta eres firme, mientras sus pétalos seden.
Ella te envidia.
Yo recorro cada parte de tu piel, acarició entre tus pétalos, me mojo de tu rocío.
Y no me pincho, porque tus espinas no son corpóreas.
Esa rosa te envidia tanto.
Marchita perdiendo sus colores, tú aún con canas eres radiante y hermosa.
Sí, ella te envidia.
Tal vez porque te llamo Rosa y de prosa en prosa, sigues siendo más bonita.
Te envidia tanto, ni con los pétalos la rosa logra darte envidia.
Tanta envidia tiene esa rosa, mucha razón al tenerla.
No hay rosa que se te compare, eres única.
Todas ellas son idéntica.
ESTÁS LEYENDO
Del Subconsciente Al Papel
SpiritualSon varias historias cortas, ninguna tiene que ver con la otra, a no ser que de alguna queráis segunda parte.