No he visto sus ojos, pero los imagino ardientes como el fuego que quema mi mano.
Los imagino como una pincelada roja en un lienzo completamente azul.
Únicos, especiales en su simpleza flameante.
Con una belleza cercana a lo divino, y ellos tan distantes.
Así imagino sus ojos ardientes, así imagino sus ojos flameantes.
ESTÁS LEYENDO
Del Subconsciente Al Papel
SpiritualSon varias historias cortas, ninguna tiene que ver con la otra, a no ser que de alguna queráis segunda parte.