// Heridas que Sanar \\

\\ Antes del show \\

El programa había acabado y había dejado a muchos con ganas de más drama, los participantes habían hecho su vida y los ganadores gozaban del dinero que habían recibido después de todo los retos impuestos en el campamento. Jake había logrado hablar con Tom antes que acabara el programa donde ambos se prometieron crecer como personas y quizás en un futuro volver a intentarlo. . . Si, era un quizás y no un no rotundo, solo eso basto para que Jake se sintiera esperanzado con volver a iniciar de cero con el mayor de ojos verdes, intento muchas cosas para mejorar su autoestima y no ser tan fácil de manipular como en la primera temporada, programas de rehabilitación, psicólogos y muchos tratamientos para sanarse así mismo, todo lo había logrado y cuando se sentía listo de contactar al mayor este nunca respondió. . . 5 intentos por día por 6 meses, 3 intentos por día por 6 meses más, 1 intento por día por 1 año y luego simplemente llegó el día que su celular solo lo mandaba a un buzón que decía que el número que marcaba no existía. . . Jake entró en desesperación en ese momento y volvió a recaer en una depresión de la que no sabía como salir, su familia lo creía un toxico, sus padres lo echaron por ser solo una carga, ya no podían permitirse gastar más dinero en su tratamiento, ya no querían. Jake estaba parado frente a un puente, bajo el se podía observar el agua arrasar con todo a su paso, sentía que era momento de abandonar todo necesitaba un descanso de todo su sufrimiento y que mejor descanso que la muerte.

— ¿Qué crees que haces?.— escuchó una voz al lado suyo, la voz se le hacía conocida pero eso que más daba—. ¿Jake?.— preguntó, <<¿Me conoce?>> pensó el peli azul y por unos instantes decidió desviar su mirada para poder mirar al portador de tan familiar voz—. Mierda, no pensaras en saltar ¿Verdad?.— el extraño se acerco a el para lograr atraparlo, se aferro al peli azul evitando que saltará. Jake sintió sus ojos picar y decidió dejarse consolar por aquel muchacho que no reconocía en ese momento pero parecía conocerlo muy bien, dejo que las lágrimas salieran y su garganta comenzó a doler por los lamentos tan lamentables que soltaba, el extraño solo lo abrazaba y daba pequeñas caricias en su cabeza como si de un niño indefenso se tratara, estuvieron así por unas horas hasta que Jake sentía como todas sus energías se iban por el dolor y se dejo desvanecer en los brazos de su salvador.

No sabía cuanto tiempo se había quedado dormido pero en ese momento se encontraba en una habitación que se le hacía muy conocida, las paredes estaban pintadas de un azul grisáceo, había una computadora gamer de un lado con todo un equipo de grabación que se notaba que no lo usaban demasiado, la cama era suave y cómoda, los muebles eran a juego con la cama, Jake pensaba como disculparse con aquel desconocido pues sentía que había dejado mucha presión sobre el, vio como la puerta se abría y su salvador entro.

— Veo que despertaste.— dijo, Jake quedó sorprendido porque su salvador no era nada más que su ex de la secundaría.

— ¿Hunter?.— preguntó tratando de procesar todo, no podía estar ahí no de nuevo, desde que lo había conocido su vida había comenzado a derrumbarse—. ¿Qué hago aquí?.— dijo mientras trataba de pensar en una manera de escapar de ese lugar, no podía quedarse en ese lugar por mucho tiempo.

— Lo siento por traerte sin preguntar pero después de que te desmayaras no sabía donde llevarte.— dijo nervioso llevándole una bandeja con una sopa y un jugo, su amabilidad parecía genuina pero Jake no se iba a dejar engañar nuevamente.

— Gracias por ayudarme pero creo que es momento de que me vaya.— Jake estaba por pararse de la cama cuando sus piernas no resistieron su peso y cayo al suelo golpeándose la cara. Hunter preocupado dejo la bandeja a un lado y fue a auxiliar al peli azul.

— Tranquilo no te hare nada malo.— dijo levantándolo y acomodándolo en la cama para pasarle la bandeja—. Ya llame a un medico para que te revise así que mientras lo esperamos deberías alimentarte un poco estas muy delgado.