// Heridas que Sanar \\

// Una segunda oportunidad //

James estaba tranquilo caminando a su campamento, ver a Aiden le había subido el animo que cuando encontró un arbusto llenos de fresas decidió recogerlas para su equipo, estaba tan concentrado en ello que no notó cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer y de un momento a otro comenzó una fuerte tormenta, como pudo tomo todas las fresas que sus brazos podían y corrió a su campamento, al llegar pudo ver a Ally y Ashley que lo esperaban con la tienda abierta así que pudo entrar sin mucho esfuerzo.

— ¿Serás tonto pelmazo? Tu  nos advertiste de la lluvia y fuiste por unas tontas fresas.— le regaño la pequeña molesta.

— No me agrada esta niña pero tiene razón James, puedes enfermarte por todo eso.— dijo Ashley ayudándolo con las fresas, Ally agarró una toalla y lo ayudo a secarse.

— Mejor cámbiate por allá James, puedes coger un resfriado con la ropa mojada.— Ally le tendió su pijama que ya la tenía lista encima de su bolsa de dormir, James asintió y fue a cambiarse—. No creo que hayan sido solo las fresas.

— Obvió no, seguro fue a ver a Aiden.— dijo Hunter quien estaba sentado junto a Jake jugando al juego del hilo con una cuerda que tenían. Jake curioso miró a James quien parecía estar de buen humor a pesar de estar completamente empapado cosa que le pareció graciosa.

— ¿Aiden?.— preguntó Fiore cruzándose de brazos—. No me digan que ese pelmazo tiene enamorado en alguno de nuestros equipos rivales.

— Eso no es asunto tuyo chiquilla.— dijo Hunter fulminante con la mirada, Fiore rodó los ojos y se entro a su bolsa de dormir sin mirar a nadie.

— Basta, no peleemos lo mejor es irnos a dormir.— dijo Ally poniendo sus manos en su cintura—. Mañana será momento de otro desafió y debemos reponer energías si queremos seguir en el juego.

— Ally tiene razón.— Ashley se metió en su bolsa de dormir—. Descanse y esperemos mañana ganar nuevamente para seguir en el juego.— todos asintieron y fueron a dormir. James los miró unos momentos, se sentía mal por no decirles completamente la verdad pero simplemente no podía evitar preocuparse por Aiden después de todo el era su rayo de luz en la más oscura tormenta.

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Todos se levantaron a la mañana siguiente, Hunter fue con James y Jake a por agua para el desayuno.

— Chicos quiero decirles algo.— dijo James algo asustado por como reaccionarían sus compañeros pero debía ser sincero.

— ¿Qué pasa James?.— preguntó Jake mientras llenaba uno de los baldes con agua del río.

— Hunter tiene razón, no fui por fresas ayer.— incómodo se rasco la nuca y suspiró—. Fui a ver a Aiden, cuando noté que iba a llover no pude evitar preocuparme por el pues iba a hacer mucho frio y no quería que mi sunshine se resfriara, espero lo entiendan.

— Tranquilo amigo, todos nos preocupamos por nuestras parejas cuando las tenemos.— dijo Hunter poniendo su mano en el hombro de James para hacerle saber que no estaba enojado. Jake lo pensó un poco, si le molestaba que hablara con las personas de equipos contrarios pues no conocía a James tanto como a Hunter y este fácilmente podría traicionarlos por su novio, pero por otro lado si el estuviera en su lugar igual se preocuparía por su novio y buscaría ayudarlo de cualquier forma incluso si eso lo pusiera en malos acuerdos con su equipo, luego de pensarlo un poco solo suspiro.

— No te preocupes James, Hunter tiene razón yo igual quisiera ayudar de alguna forma si esa persona estuviera en problemas. . .— Jake no pudo evitar pensar en Tom pero pronto dejo de lado ese pensamiento ya estaban por iniciar el siguiente juego y no quería distraerse de alguna forma—. Bien, vamos a tomar un buen desayuno y a prepararnos para el siguiente desafió.— James y Hunter asintieron y fueron a desayunar con su equipo.