Between Games!

Mortal

La calma volvió al club, y un poco de aromatizante a durazno-manzana y cloro, mucho cloro.

-Creo que todos estamos de acuerdo en eso. –dijo Amme levantándose de su asiento en la mesa y poniendo las hojas sobre ella.

Estábamos sentados como si fuera la mesa redonda del rey Arturo, cuando despertamos de nuestro trance ya todo estaba limpio, incluso el baño. No me imaginaba a Amme o a Zury limpiando ellas solas.

Estaba aún con el dolor de cuello y la navaja de Zail aún seguía en mí...

Cortándome.

-Lo dejaremos...

-¡No podemos! ¡No quiero! –grité asustado, porque no sabía que iba a pasar.

Amme sacó una pluma y la puso en mi cuello, sentí que otra vez me iban a quitar la cabeza. Lloré, tenían razón...

Teníamos que dejar el NOVOCAINE.

-O podríamos jugarlo sólo una vez al mes. –propuso Ian con temor.

-También es una buena opción. –comentó Marshall.

-No me convence esa idea. –bufó Vlad cruzándose de brazos.

-Con tal de que juguemos... -balbuceó Yusuf.

-Eso sí. –admitió Vlad.

-¿Una vez al mes? ¿Enserio? No sobreviviré para esto. –bramó Kyle.

-¡Tú eres la razón por la que todo esto haya pasado! –Ismael apuntó con su dedo y luego, hizo una señal obscena, Kyle se coloró.

-De hecho no, es mía. Yo traje el NOVOCAINE.

Annette seguía llorando, y todos estaban atormentados por sus sollozos.

¿Qué no se suponía que todo estaba en la mente? No debíamos sentir daño alguno, y mucho menos desmayarnos en plena vida real.

Tendría que preguntarle a Irving qué estaba pasando, pero ahora él estaba en Inglaterra, aunque tuviera la solución, no la podría arreglar de inmediato.

Odiaba esto.

-¿Entonces qué vamos a hacer por todo un mes? –preguntó Hans.

-No lo sé... -murmuró Zail.

-¡Basta ya! No volverán a jugar y punto ¡Me han hecho pasar por un trauma de por vida! No volveré a apoyarlos en nada... -Amme volteó drásticamente a mí. –En especial a ti, Christian.