Al final del día, Haruka entró al club. Todos se quedaron sorprendidos al verla, y no era porque una mujer viniera al club, sino porque ella jamás se paseaba por esos rumbos (la que lo hacía muy a menudo era la futura novia de Kyle, Marceline). Haruka era más como una ermitaña que sólo salía para comer y jugar en la plaza.
-¿Haruka? –pronuncié dejando el control de Wii por un momento. Ni siquiera le había puesto pausa.
-¿Puedo hablar contigo? –murmuró nerviosa.
-Claro. –volteé a ver a Vlad y a Marshall, quienes estaban jugando conmigo y ellos se encogieron de hombros. Salí del club cerrando nerviosamente la puerta. -¿Sucede algo?
-Eso debería preguntártelo a ti, Christian. –dijo ella cruzando sus blancos y delicados brazos.
-¿Ah sí? –dije rascándome la nuca y volteando a ver a otro lugar, menos a sus ojos oscuros.
-¿Podrías decirme qué te sucedió esta mañana? He estado preocupada por ti todo el día. –se quejó.
¿Haruka? ¿Preocupada por mí? ¡La sonrisa había funcionado!
-Anemia. –contesté rápidamente, entre más rápido se acabara la conversación, menos estúpido me iba a sentir. Tampoco era que le estuviera mintiendo.
-Entonces, tienes que comer más. –dijo sacando de su bolsa un paquete de galletas de chocolate que nos gustaban a los dos. Y me las dio.
-No tienes por qué. –le dije dando un paso atrás.
-¿Quieres que lo discutamos en un videojuego? –sonrió y acepté las galletas. –Nos vemos mañana, Christian Larcast.
Un momento, ¿sabía mi apellido?
-Nos vemos mañana, Haruka. –dije abriendo la puerta, y antes de entrar al club volteé atrás y ella también volteó, se despidió una última vez con la mano y también lo hice. Entré suspirando al salón.
Todos estaban pegados a la puerta y salieron despavoridos cuando entré.
-¡Tigre! –gritó Kyle moviendo sus manos como si fueran garras. Hans lo imitó riendo.
-¿No que no? –bromeó Zail.
-¡Vas con todo! –rio Ismael alzando sus pulgares. Ian lo imitó.
-¡Pedófilo! –se burló Marshall y meneó su cabello que ahora era morado. Yusuf rio.
-¡Las vuelves locas a todas! –dijo a carcajadas Vlad, todos estábamos riendo.
-Vaya, ven a una niña y se les alborota la hormona. –gruñó Amme.
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Between Games!
Science Fiction12 amigos se enredan en el mundo de los videojuegos con el proyecto NOVOCAINE, durante el transcurso del proyecto empiezan a pelear entre sí, hasta que se enteran que en el último nivel sólo uno queda vivo, desatando una masacre virtual entre ellos.