Últimos Días

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Jueves

Nadie me había preguntado sobre el incidente de Ismael, y no esperaba a que lo hicieran, sólo estaba esperando a que el conserje se quedara en su casa por siempre.

Al llegar a la sala del club, Amme y Zury se estaban probando maquijalle nuevo, Ismael, Ian y Marshall bailaban arriba de la mesa con música disco y Yusuf los grababa, Vlad estaba comiéndose los 3 tarros de helado que quedaban. El suelo estaba lleno de papel higiénico y confeti, pizza y más.

-¿De quién es el cumpleaños? –le pregunté a Amme.

-De nadie, hoy no vinieron los tres, así que como no podemos jugar al NOVOCAINE, nos divertimos de otra forma. –explicó feliz.

Por los tres, se refería a Kyle, Zail y Hans.

Habían vaciado la nevera y los vinos estaban abiertos, había globos con agua en el fregadero e Ismael tenía un bóxer en la cabeza.

"Bueno... why not?" pensé.

Tomé un poco (dos botellas) de vino y me comí todos los dulces del refrigerador de Kyle, al cambiar de música me subí a la mesa también a bailar como idiota, y después nos caímos, y rodamos por todo el club.

Tomamos los globos de agua y salimos al patio central a jugar, Vlad tenía una cámara a prueba de agua y con eso nos grababa, jugamos a la botella y tuve que lamer la pared y bailarle (un privado) a Zury.

Ian buscó dos pelotas y se las colocó debajo de la playera y junto a Ismael empezaron a cantar (cada quien en su idioma) una canción sobre las ladillas...

No entiendo por qué.

Minutos después perdimos el conocimiento y nos quedamos dormidos.

-Vaya, esto irá a Facebook. –dijo Vlad riendo al ver de nuevo el video, mi cabeza ardía y tuve que ir a casa así, si Irving hubiera estado le hubiera contado otra cosa a mamá, pero sólo llegué y corrí para acostarme en la cama. Dormí todo el día.

Tranquilidad.


¡Teníamos que repetirlo! Y al llegar al salón todos se estaban preparando para la siguiente fiesta extrema como la había bautizado Yusuf. Ya iba a ponerme el 'bóxer de la verdad' en la cabeza cuando Zail abrió la puerta del club.

Zail abrió los ojos lo más que pudo y noté cómo su boca se abrió un poco, su cara era de terror ante el desastre que habíamos dejado ayer, dejó su mochila en un lado donde no hubiera nada tirado y luego volvió a cerrar la puerta.

-¿Qué hace aquí? –susurró Ismael.

-¡Se suponía que ninguno de ellos vendría durante 3 días! –se quejó Ian.

-¿Osea que no habrá una fiesta extrema? –pregunté desanimado.

-¡Claro que sí! Un pequeño contratiempo no será de nada ante el poder de... ¡EL BOXER DE LA VERDAD! –gritó Marshall alzando el bóxer y todos reímos.

Cuando regresó Zail, todos estábamos en círculo jugando cartas con vino en la mano y un par de golosinas o papas picantes.

Volvimos a jugar lo que quisimos y bailamos casi lo mismo que la otra vez, pero Zail estaba solo. Sin hablar con nadie.

Me sentía fatal, quería ir a hablar un rato con él, hacer que se divirtiera tanto como nosotros... Pero no sabía si Vlad y los demás aceptarían que estuviera con él.

Zail me comentó cosas un par de veces durante el día, y yo contesté siempre con una sonrisa, pero llejaba un momento en donde la conversación moría y no tuve el valor para invitar a Zail a unirse a la fiesta extrema 2.

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